La última vez que supieron de José salas, fue el 6 de marzo que salió de la casa de un profesor amigo, hacia una entidad bancaria, a abrir una cuenta de ahorro.
Jeremías Salas ha hecho todo lo que ha estado a su alcance por volver a saber de José Antonio Salas Noguera, su hijo. La última vez lo lo vio fue el 26 de febrero cuando salió de su natal Boca de Mangle, municipio Acosta, hasta la casa de un un profesor y amigo, Luis Enrique Arias, en San Bosco, municipio Miranda.
José Antonio, quien es ingeniero agroindustrial, vino a Coro a hacer trámites alusivos a sus planes futuros que eran dar clases en el tecnológico de Chichiriviche. Pero desde el 6 de marzo, que salió a abrir una cuenta en el Banco de Venezuela, desapareció sin dejar rastros.
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“El profesor Arias me llamó para decirme que mi hijo se había extraviado y desde entonces lo he buscado en todos lados. En los hospitales, seguro, he revisado listines de pasajeros en los terminales, divulgado carteles de notificación en las estaciones de gasolina, las alcabalas y hasta revisado si Facebook, y ninguna señal”, confesó preocupado Jeremías.
“Lo que pedimos es ayuda, si lo arrestaron, si lo secuestraron, si lo dejaron maniatado en algún lado que nos lo hagan saber pues, estamos demasiado preocupados por no saber del paradero de mi hijo”, suplicó Jeremías Salas.
