Los creyentes no abandonaran sus costumbres por la bendición de la palma.
El inicio de la Semana Mayor este 05 de abril del 2020 fue diferente, ante una curentena social y colectiva que restringió toda reunión de personas con el objetivo de evitar la propagación del Coranavirus en el país.

Aunque hay una paralización casi total de la vida cotiana, lo espiritual se aviva aún más, dado el tiempo para la comunión con Dios.

De allí que los creyentes no abandonaran sus costumbres por la bendición de la palma, evento que conmemora el recibiento de Jesús en Jerusalén como Rey antes de su crucificción.

Las iglesias desde todos sus frentes ha mantenido el mensaje de Dios mediante diferentes herramientas prinicipalmente tecnológicas para acortar el distanciamiento social y sembrar la esperanza.

Muchos encomendaron sus súplicas al Padre Celestial para que tome el control sobre esta situación que amenaza la salud de millones de personas en el mundo.

Hoy en unión cívico-militar, la iglesia católica visitó diversos sectores de la ciudad mirandina para dar desde la calle la bendición de los ramos.

El símbolo de la Cuaresma no dejó de estar presente en las calles de Coro.

Mientras algunos habitantes se movilizaban para adquirir alimentos, la arquidiócesis de Coro incentivó la celebración del Domingo de Ramos.

Con la fe puesta en Dios muchos feligreses se resguardan en sus hogares mientras pasa esta pandemia.

Conscientes que en tiempos de dificultad es el Señor quien proteje a su pueblo

Una costumbre religiosa que durante este 2020 tuvo su peculiaridad.

Y además fue acompaña de un halo solar, fenómeno metereológico que produce un efecto óptico en forma de disco alrededor del Sol o la Luna y que presenta un anillo iridiscente en su circunferencia exterior.
