El vuelo de la compañía World Atlantic Airlines es el primero tras la suspensión en 2019 por parte de la administración de Donald Trump.
Con el arribo de un vuelo procedente de Miami, Florida al Aeropuerto Internacional “Abel Santamaría” de la ciudad de Santa Clara, a unos 280 kilómetros de la capital cubana, las aerolíneas estadounidenses retomaron este jueves sus conexiones con los destinos fuera de La Habana.
El vuelo de la compañía World Atlantic Airlines es el primero tras la suspensión en 2019 por parte de la administración de Donald Trump de la ruta entre las ciudades estadounidenses y las terminales aeroportuarias ubicadas en el interior de la isla caribeña.
Esto ocurre luego de que el actual Gobierno de EE. UU. levantara recientemente las restricciones a las aerolíneas estadounidenses para efectuar vuelos a terminales situadas en diferentes provincias de la nación insular.
De acuerdo con la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeroportuarios S.A. (ECASA) durante el mes de junio serán operados vuelos chárter desde territorio estadounidense hacia los aeropuertos internacionales de Santa Clara y Camagüey en el centro de la isla, así como a los de Holguín y Santiago de Cuba en el oriente del país.
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Las autoridades de la aeronáutica en la nación caribeña señalaron que los vuelos confirmados hasta la fecha se realizarán desde las ciudades estadounidenses de Tampa y Miami en el estado de Florida, donde vive la mayor comunidad de cubanos residentes en el extranjero, según estadísticas oficiales.
ECASA precisó además que esta “es una información que podría cambiar cuando se establezcan más operaciones en otros aeropuertos cubanos.”
En este contexto, las aerolíneas estadounidenses están permitidas a volar a otras cinco terminales portuarias ubicadas en el balneario de Varadero en la provincia de Matanzas (oeste), en la ciudad de Cienfuegos (centro), en los destinos turísticos de Cayo Coco (centro) y Cayo Largo (oeste) así como en la ciudad de Manzanillo en la provincia de Granma (este).
Washington ha anunciado la gradual reanudación de servicios consulares de su embajada en la isla, la flexibilización en el límite en el monto de las remesas recibidas por los cubanos desde suelo estadounidense y ha dado luz verde para la realización de viajes educativos grupales de estadounidenses a Cuba bajo el auspicio de organizaciones subordinadas a la jurisdicción de Estados Unidos.
Sin embargo, la política de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba sigue en pie mientras la Casa Blanca mantiene vigente la prohibición de actividades turísticas en la isla para los ciudadanos estadounidenses.
