El conteo oficial preliminar de este domingo refleja el rechazo a la nueva constitución de Chile en un 62 %.
El rechazo a la nueva constitución de Chile alcanzaba el domingo el 62 %, según el conteo oficial preliminar, mientras la aprobación sumaba 38%. De mantenerse esta ventaja, permanecerá vigente la carta magna impuesta por la dictadura militar hace 41 años.
El resultado del plebiscito informado por el autónomo Servicio Electoral de Chile (SERVEL) -que ha contabilizado hasta ahora el 88 % de los votos- es crucial para el presidente Gabriel Boric, quien ha sido uno de los principales defensores de la nueva constitución.
“La constitución de (el exdictador Augusto) Pinochet está enterrada, el proceso va a seguir”, dijo Flavia Torrealba, dirigente de un pequeño partido a favor del “Apruebo”.
El plebiscito es el cierre de un proceso de tres años iniciado en 2019 cuando en Chile -considerado hasta entonces un ejemplo de estabilidad en la región- estallaron protestas callejeras estudiantiles en demanda de más igualdad y derechos sociales. Un año después, el 78 % del electorado decidió que quería una nueva constitución que reemplazara a la impuesta por la dictadura militar de 1973 a 1990.
La nueva carta magna hace énfasis en asuntos sociales e igualdad de género, consagra derechos a los 11 pueblos originarios chilenos, prioriza la protección del medio ambiente e introduce los derechos a la vivienda, salud y educación gratis.
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El triunfo del “Rechazo” posibilita que siga vigente la constitución de los militares que la actual oposición se negó a modificar durante 30 años. Sin embargo, el sector se abrió a las transformaciones luego de que en 2020 la mayoría de los chilenos votaron a favor de una nueva ley fundamental.
Hace dos meses la oposición prometió públicamente que, de triunfar el “Rechazo”, le introduciría a la carta magna una decena de reformas, entre ellas cambiar el actual Estado subsidiario que instauró un modelo de libre mercado por un Estado social de derechos.
También prometió reconocer constitucionalmente a los 11 pueblos originarios chilenos y el derecho humano al agua, además de garantizar “igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres” y defender la existencia del Senado, que la propuesta oficialista eliminó.
La oposición no explicó qué camino seguirá para concretar sus reformas y dejó pendiente la decisión hasta después del plebiscito de este domingo.