El jugador francés tiene pocos minutos, debido a un conflicto entre clubes.
El mercado de fichajes suele ser uno de los momentos extradeportivos más cruciales en el fútbol europeo. Lleno de negociaciones, rumores y realidades, el mercado de fichajes puede determinar la realidad de una plantilla, de un club e incluso de un jugador.
En ese sentido, existen casos sumamente positivos y extraordinarios como la reciente movida del Galatasaray, quienes ficharon a cinco jugadores en menos de cuatro horas. También se pudiera hablar del no cumplimiento del Fair Play financiero y la ventaja de los clubes de Estado para fichar jugadores, pero existen casos menos ambiciosos y positivos como la actual situación de Griezmann. El francés es técnicamente prisionero del banquillo de suplentes, debido a un asunto de intereses económicos entre su actual club (Barcelona FC) y el club donde juega cedido (Atlético de Madrid).
Los clubes disputan una “guerra” por no pagar la ficha del jugador. Según su contrato, Griezmann deberá jugar la mitad de los partidos con el Atlético para hacer el pago de una cláusula obligatoria. El Barcelona argumenta que “el 50% del cómputo de partidos para recibir los 40 millones de euros era sobre una temporada”, pero el Atlético entiende que debe ser sobre el total de dos temporadas para superar ese 50% de partidos jugados y tiene que disputar más de 45 minutos.
La llegada de Griezmann al club catalán
En 2019, el delantero francés firmaba con el club catalán luego de que estos pagaran una cláusula de 120 millones de euros al Atlético de Madrid, club donde el francés llevaba jugando desde el 2009. Griezmann no llegaba como promesa, ya era un jugador consolidado en la liga española y en Europa, se sumaba a las filas blaugranas como un refuerzo en ataque tras la salida de Neymar al PSG.
En ese sentido, el Barça lo anunciaba como su nuevo refuerzo ofensivo a pesar de que hace un año el francés había rechazado una oferta formal de los culé, rechazo que además se hizo público a través del documental La Decisión. Griezmann era pieza clave en el Atlético y un ícono del club para la afición.
La tensión entre el Barcelona y los colchoneros por el atacante francés ha existido siempre. Durante las negociaciones en 2019, el Atlético de Madrid emitió un comunicado en el que consideraba insuficientes los 120 millones de euros pagados por el Barça, según los colchoneros: el acuerdo se habría hecho cuando su cláusula era todavía de 200 millones.
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Un cambio de oro para el Cholo en el minuto 63
Su paso por el Barcelona fue sin pena ni gloria, el francés no cumplió las expectativas del club catalán quedando poco a poco renegada al banquillo viendo pocos minutos de partido. En su regreso al Atlético la situación contractual no lo hace ser titular.
“El Principito” no ha jugado como titular en las cinco jornadas que hasta ahora se han disputado en la Liga, aunque ha jugado los cinco partidos lo ha hecho como suplente entrando al minuto 63 en cada uno de ellos. Esto no es elección del cuerpo técnico, sino un supuesto gesto de la directiva que sostiene que el jugador debía jugar la mitad de los partidos con el Atlético para hacer el pago de esta cláusula obligatoria. Con esta recesión de minutos, el francés no acumularía el total de cómputos por partido para que el Atlético pague al Barcelona.
Del mismo modo, el entrenador del conjunto colchonero, “el Cholo” Simeone, está atado deportivamente con la situación del francés, a quien no puede dar más minutos. “Donde hay patrón no manda marinero”, dijo “el Cholo”.
Sin embargo, aun con esta situación Griezmann no deja de mostrar su calidad futbolística. El francés tiene información sobre la situación y desde ella busca seguir aportando al equipo tal como lo hizo en la pasada jornada europea. El atacante le dio la vuelta al marcador al ingresar al campo dándole la victoria de 2-1 al Atlético contra el Porto en la Champions.
La respuesta blaugrana
Por su parte, el club catalán decidió tomar cartas en el asunto y anunció mediante un comunicado de prensa que piensa denunciar al Atlético. La directiva culé interpreta que los pocos minutos dados a Griezmann son una estrategia del Atlético para no pagar lo acordado por el francés.
El Barça ya comunicó al club de Madrid que en el primer año de cesión Griezmann ya habría cumplido con los requerimientos necesarios para que se activara la opción de compra obligaría bajo un total de 40 millones por el francés, ya que jugó más del 50% del tiempo de los partidos en la temporada durante el primer año de la cesión.
Según explica la directiva del Barça, el contrato especifica que la cesión era de un año con una posible prórroga de otro año más. Con estas condiciones, el segundo año se activaría solo si en el primero jugaba más del 50% de los minutos, por lo tanto, en el primer año Griezmann ya habría cumplido dicha condición, razón por la cual para el Barcelona es insuficiente que el francés ingrese desde el minuto 63, ya que según ellos ha cumplido los minutos necesarios desde la temporada pasada.
Griezmann está al tanto: Para él nada cambia, sabe su situación contractual y la tensión entre ambos clubes; conoce que la directiva colchonera no cambiará de parecer y seguirá siendo un crack para el minuto 63. El francés es prisionero de 2 clubes y no verá los minutos que desea, como tampoco podrá buscar una salida a otro club en el mercado de invierno.