De ganar las elecciones de este domingo #25Sep, Girogia Meloni sería la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra, en Italia.
Los italianos votaban el domingo en unas elecciones que podrían dar un brusco giro a la derecha a la política del país en un momento crítico para Europa, mientras la guerra en Ucrania disparaba las facturas de energía y ponía a prueba la determinación de Occidente de mantenerse unido ante la agresión rusa.
Las urnas abrieron a las 7 de la mañana, y para el mediodía se había reportado una participación igual o algo inferior a la misma hora en las anteriores elecciones generales, en 2018.
Se espera que el conteo de las boletas en papel comience poco después del cierre a las 23:00, y las estimaciones basadas en resultados parciales podrían llegar el lunes de madrugada.
Aunque está prohibido publicar sondeos de opinión en los 15 días previos a los comicios, los últimos conocidos mostraban en cabeza a la líder de ultraderecha Giorgia Meloni y su partido Hermanos de Italia, de raíces neofascistas.
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Eso apuntaba a que los italianos podrían votar a su primer gobierno de ultraderecha desde la II Guerra Mundial. En un cercano segundo puesto estaban el ex primer ministro Enrico Letta y su Partido Democrático, de centroizquierda.
“Hoy ustedes pueden ayudar a escribir la historia”, tuiteó Meloni el domingo por la mañana.
Letta, por su parte, tuiteó una foto de sí mismo ante la urna. “¡Que tengan una buena votación!”, escribió.
Meloni forma pate de una alianza conservadora con el líder antiinmigración de la Liga, Matteo Salvini, y Silvio Berlusconi, que fuera primer ministro en tres ocasiones y lidera el partido Forza Italia que fundó hace tres décadas. La compleja legislación electoral italiana favorece las coaliciones de campaña, de modo que los demócratas están en desventaja porque no consiguieron formar una alianza similar con populistas de izquierdas y centristas.
Si Meloni se convierte en primera ministra, sería la primera mujer que ocupa el puesto en Italia. Pero armar una coalición fiable de gobierno podría tomar semanas.
Casi 51 millones de italianos podían votar.
La votación se celebraba con seis meses de adelanto después de que el gobierno de unidad de Mario Draghi, formado durante la pandemia, se derrumbara a finales de julio. El presidente de Italia, Sergio Mattarella, no vio más opción que dejar que los votantes eligieran un nuevo parlamento.