El arzobispo metropolitano de Coro, monseñor Mariano José Parra Sandoval, celebra sus 28 años de ministerio episcopal.
Oriundo de Maracaibo, estado Zulia, hijo de un médico y educado en el colegio Gonzaga, Mariano José Parra Sandoval consagraría su vida al servicio de Dios, la iglesia y toda persona que de él necesite.
Este 28 de octubre, en la solemne fiesta de los apóstoles Simón y Judas Tadeo, monseñor Mariano José Parra Sandoval, arzobispo de Coro, celebra 28 años como obispo, un ministerio que desempeña con alegría, cercanía y devoción.
En una entrevista para Nuevo Día, el prelado compartió algunos aspectos muy particulares en sus 28 años de ministerio episcopal.
Lo que mas conmueve a Mons. Parra Sandoval en 28 años:
“En 28 años como obispo, lo que más me conmueve es el dolor que a veces encuentro en las personas. El dolor de una madre cuyos hijos han sido asesinados, como un caso que recuerdo en Ciudad Guayana, de una madre que perdió a su hijo de forma violenta solo porque alguien le pidió que bajara el volumen a la radio”, expresó el prelado.
“Los niños que piden en la calle me afectan enormemente, trato de ver cómo ayudarlos, pero es difícil. Sin duda, en mi vida como obispo lo que más me duele es el dolor y el sufrimiento de los demás”,
manifestó Parra Sandoval para Nuevo Día
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Las “influencias” en su pastoreo
Parra Sandoval es sobrino de un sacerdote y un obispo, de quienes de aprendió mucho sobre el misterio sacerdotal y episcopal. Sin embargo, el prelado aseguró para Nuevo Día que tiene otras “influencias” en su vida de servicio.
“Tuve dos tíos; uno sacerdote y otro obispo, pero quien más me influenció a este estilo de vida fue mi papá. Mi padre fue médico y me enseñó algo que nunca olvidaré y es el servicio. Papá vivió la medicina en alma, vida y corazón, sin distinción de pobres y ricos, para él todos eran iguales. En su muerte recuerdo que estaban desde el gobernador hasta la gente más sencilla de los barrios de Maracaibo”, confesó monseñor Mariano.
“La influencia fue múltiple, mi papá me dio el espíritu de servicio y entrega a los demás y mi mamá me enseñó a orar y tener encuentros con Dios”,
añadió el arzobispo de Coro.
“La figura de mi tío, el obispo; monseñor Mariano Parra León, también es influyente en mi modo de ser obispo. Él llegó a decir que monseñor Lückert fue más discípulo suyo que yo, pero hoy por hoy debo decir que fue mi tío quien me enseñó a ser obispo”, declaró el prelado.
Mi tío, en sus visitas pastorales, era de esas personas que iba a mucho a los barrios, se metía en las casas y tomaba café con todo el mundo. Así procuro que sean mis visitas pastorales, veía mucho lo que mi tío hacía y eso me enseñó a ser un obispo cercano con la gente”,
confesó Parra Sandoval.
La iglesia de hoy después de 28 años como obispo:
“Estoy convencido de que el Espíritu Santo va ayudando a la iglesia a crecer. Si Cristo la fundó, el Espíritu no puede fallar en la iglesia; sin duda, fallamos nosotros los seres humanos, pero no la iglesia”, aseguró monseñor Mariano Parra Sandoval.
“Durante mi vida y mi episcopado, han pasado diversos Papas. Juan XXIII fue el hombre que abrió las puertas de la iglesia y el causante de todo lo que la iglesia vive hoy. Benedicto XVI le dió solidez al proyecto de Juan Pablo II y ahora Francisco le ha dado una juventud muy grande a la iglesia”, expresó el prelado.
“El papa Francisco está renovando la iglesia, él está empeñado en solidificar los cambios necesarios y yo lo apoyo”, dijo para concluir monseñor Mariano José Parra Sandoval en su llegada a 28 años como obispo, tras visitar la sede de la Corporación de Comunicación Digital Nuevo Día para celebrar una eucaristía en agradecimiento por los 19 años de esta casa.