La zona fronteriza de Colchane es el epicentro de una extendida crisis migratoria.
Más de 300 migrantes de diversas nacionalidades ingresaron la madrugada de este miércoles al Complejo Fronterizo de Colchane tras permanecer durante largas horas varados en la zona limítrofe entre Chile y Bolivia, viéndose afectados por las inclementes temperaturas de la noche altiplánica, en especial infantes y adultos de edad avanzada.
Según reportaron autoridades locales de Colchane, la gestión municipal permitió que el Gobierno acogiera a las personas afectadas en las instalaciones de respuesta migratoria luego de que el numeroso grupo fuera impedido de ingresar porque habrían llegado de manera irregular a territorio chileno. No habían informado su ingreso ni poseían el salvoconducto necesario para abandonarlo, informó el miércoles la autoridad de migraciones.
«Tuvimos que ir con el equipo de salud a brindar atención a las personas afectadas. Trasladamos a la urgencia a niños, mujeres embarazadas y a otras personas con mal de altura. Esta situación nos preocupa. Las temperaturas están muy bajas y esto puede traer complicaciones a su salud», señaló la directora de Salud Municipal de Colchane, Yolanda Flores.
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Durante los últimos años, decenas de migrantes han fallecido en su intento por cruzar los bofedales (humedal) de la zona fronteriza entre Chile y Bolivia.
Colchane, con casi 1.600 habitantes y ubicado a 3.700 metros de altura en pleno altiplano, ha sido el epicentro de una extendida crisis migratoria y a casi 3.700 metros sobre el nivel del mar, cientos de personas, en su mayoría familias venezolanas, regatean los escasos controles para llegar a Chile.
Su cobertura telefónica es débil o nula y el servicio de salud primario tiene capacidad para atender poco más de 10 casos al día, con el hospital más cercano a 250 kilómetros en vehículo por un camino sinuoso y con tramos sin pavimentar.