Este 26 de octubre, Venezuela conmemora el natalicio de san José Gregorio Hernández, quien recientemente fue canonizado junto con Santa Carmen Rendiles por el papa León XIV en la plaza de San Pedro del Vaticano. Marcaron un hito al convertirse en los primeros santos venezolanos.
En este marco, el presidente Nicolás Maduro se pronunció a través de su cuenta oficial, acompañado de un video, donde expresó: que hoy Venezuela y más allá viven un desborde de fe y alegría al celebrar el nacimiento del Santo Dr. José Gregorio Hernández. Según explicó, su canonización es motivo de júbilo, simbolizando un pacto de amor entre Dios y el pueblo, un milagro por el que siempre estarán agradecidos con el papa Francisco.
Asimismo, destacó que San José Gregorio Hernández representó una unión entre fe y ciencia, siendo un ejemplo para Venezuela y América Latina al demostrar que es posible escuchar, atender, amar y sanar a los más humildes y necesitados.
Finalmente, el mandatario resaltó que el Médico de los Pobres continúa protegiendo al país con sus bendiciones.
«Creo en los poderes espirituales y sanadores de nuestro Santo, y elevo mis oraciones para que su luz y su conocimiento nos acompañen. ¡Sigamos su ejemplo de convertir la fe en obra permanente de amor! Que el poder de nuestro primer Santo, que es el poder de Dios, sane nuestros cuerpos, proteja a nuestro Pueblo, para que la Patria transite su camino de Paz, vida y prosperidad que merecemos», concluyó.
San José Gregorio Hernández
José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en la pequeña localidad de Isnotú, en el estado Trujillo, hacia el centro-oeste de Venezuela. Hijo de Benigno Hernández, comerciante y dueño de un almacén, y de Josefa Antonia Cisneros, quien se dedicaba a las labores del hogar. José Gregorio quedó como el mayor de seis hermanos pues la primera hija, de aquel solido matrimonio, murió prematuramente.

El domingo 29 de junio de 1919, una vez cumplidos sus habituales deberes religiosos y profesionales, murió después de ser atropellado por un vehículo en la esquina de Amadores, ubicada en el sector La Pastora, Caracas. Un golpe seco contra la acera le ocasionó una fractura de cráneo que terminó con la vida de uno de los venezolanos más admirados. La repentina noticia sorprendió a la sociedad caraqueña y de diversos lugares del país, aglutinando en sus exequias a decenas de miles de ciudadanos; como dijeran algunos, fue un día de luto para la ciencia y la patria.
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“Así como los tengo a todos en mi corazón, con el cariño más grande que se puede tener en este mundo, así quiero tenerlos junto a mí en el cielo para nunca más volvernos a separar”, dijo en una ocasión.
Con información de Notitarde y www.josegregoriodevenezuela.com
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