Botellas de agua reutilizables pueden ser tóxicas sin que te des cuenta


Las botellas de agua reutilizables son una herramienta común para mantenerse hidratado en la vida diaria, y aunque ofrecen una solución práctica y sostenible, también pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y moho si no se toman las medidas de limpieza pertinentes.

Según la doctora Marianne Sumego, médica de atención primaria en la Cleveland Clinic, “todo lo que toca nuestras botellas de agua reutilizables puede transmitir bacterias”. Esto incluye el contacto con la boca, las manos y cualquier superficie con la que interactúan.

Enemigos silenciosos

Sumego advierte de que, en ambientes húmedos, como los que suelen generar estas botellas, pueden proliferar diferentes tipos de patógenos, poblaciones microbianas y el moho, sin que el usuario lo note, y que “podrían causar síntomas similares a la intoxicación alimentaria”.

Además, aquellos con sensibilidades al moho también pueden experimentar reacciones alérgicas si el hongo comienza a crecer en el interior de las botellas.

El moho, un tipo de hongo, se propaga a través de esporas microscópicas que se dispersan en el aire y encuentran un hogar cómodo en sitios húmedos como las tapas, boquillas y sellos plásticos de las botellas reutilizables.

“Ahí es donde las esporas incuban y empiezan a formar esas manchas de moho negras y difusas o grises y blancas”, explicó Benjamin Turner, instructor del Departamento de Biología de la Universidad de Alabama en Birmingham.

Advirtió que algunos tipos de mohos son inofensivos, pero otros pueden causar reacciones alérgicas y problemas respiratorios.

Además, la acumulación de estos elementos en las botellas puede no solo comprometer la salud del usuario, sino también plantear un riesgo a largo plazo.

Plástico vs. acero inoxidable

Un estudio comparó la carga microbiana en botellas de acero inoxidable (SS) y de plástico (PET) y reveló que el uso prolongado de las botellas PET provocó un incremento del 70 por ciento en la carga microbiana tras tres horas de utilización, en contraste con un aumento del 23 por ciento en las de acero inoxidable.

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Enjuagar no es suficiente

En ese sentido, la doctora Sumego subraya la importancia de limpiar muy bien las botellas de agua con agua y jabón después de cada uso. “Enjuagar no es suficiente”, enfatiza, al destacar que las áreas difíciles de alcanzar son propensas a albergar bacterias y moho.

Expertos recomiendan desmontarlas por completo y utilizar cepillos para limpiar adecuadamente todos los espacios.

Con información de Venezolana de Televisión


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