La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sufrió un atentado la noche del jueves, lo que ha causado repudio entre la población.
Decenas de miles de seguidores de la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner se volcaron el viernes a las calles para expresarle su apoyo luego de que fue víctima de un intento de atentado por el que un ciudadano brasileño permanece detenido.
La Plaza de Mayo se llenó de manifestantes del oficialista Frente de Todos que, portando banderas argentinas, mostraron su respaldo a la también expresidenta (2007-2015), quien la víspera se salvó de morir acribillada en las inmediaciones de su vivienda en Buenos Aires. También se concentraron sindicalistas y dirigentes de organizaciones sociales, así como familias con niños.
Las autoridades argentinas investigan si el brasileño Fernando André Sabag Montiel actuó por cuenta propia o siguiendo órdenes cuando intentó atentar la víspera con una pistola Bersa contra la vicepresidenta, una de las principales figuras políticas del país.
Del detenido se sabe hasta ahora que es vendedor ambulante y reside en el país desde hace décadas, dijo a The Associated Press un funcionario del Ministerio de Seguridad que pidió no ser identificado por no estar autorizado a brindar información sobre el ataque.
“No hay ninguna hipótesis confirmada” sobre si actuó solo o fue enviado por alguien, por lo que “todo es materia de investigación”, sostuvo el funcionario.
Puedes leer: ¿Quién es el hombre que intentó asesinar a Cristina Fernández?
El hecho, ocurrido la noche del jueves en las inmediaciones del edificio donde reside la exmandataria en Buenos Aires, ha generado una gran conmoción.
La jueza María Eugenia Capuchetti se encargó de tomar declaración como testigo a la vicepresidenta en su vivienda.
El senador Oscar Parrilli, uno de los hombres más cercanos a Fernández de Kirchner, señaló a periodistas que “Cristina está impactada y conmocionada” pero “tiene su espíritu y temple intactos, y en este sentido está bien”.
El presidente Fernández dispuso que el viernes sea feriado nacional luego de calificar la agresión ocurrida frente a la casa de la exmandataria como “el hecho más grave desde que hemos recuperado la democracia” en 1983 luego de una dictadura militar de siete años.
Solidaridad mundial
El papa Francisco expresó el su solidaridad a la vicepresidenta. “Rezo para que en la querida Argentina prevalezcan siempre la armonía social y el respeto de los valores democráticos, contra todo tipo de violencia y agresión”, dijo el pontífice, de origen argentino, en un comunicado.
La agresión abroqueló a distintos dirigentes políticos de la región en torno a Fernández de Kirchner, como los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Venezuela, Nicolás Maduro; de Bolivia, Luis Arce; y de Chile, Gabriel Boric.
El exmandatario de Brasil Luiz Inácio “Lula” Da Silva dijo que la exmandataria fue “víctima de un criminal fascista que no sabe respetar diferencias y la diversidad”.
El intento de magnicidio se produjo en momentos en que la vicepresidenta enfrenta el primer juicio que se le sigue desde que dejó la presidencia en 2015 por supuestamente haber direccionado decenas de obras viales durante su gobierno a un empresario allegado. Ella niega las acusaciones y considera que es víctima de la persecución de sectores de la justicia que responden a la principal fuerza opositora.
Cientos de simpatizantes de la dirigente peronista se juntan todos los días frente a su vivienda para darle su apoyo luego de que los fiscales del juicio solicitaron una condena de prisión de 12 años para la acusada.
Ese pedido de cárcel ha aumentado la crispación política en Argentina entre aquellos que apuntan contra la vicepresidenta y los militantes del frente oficialista que se movilizan permanentemente en su apoyo.
El senador Parrilli reconoció que “sin dudas va a haber un replanteo en toda la manera y la forma en que (la ex mandataria) se contactaba con la gente”.