El Programa de Incremento Exportador establece hasta el 31 de diciembre un tipo de cambio diferencial para el complejo sojero de 230 pesos por cada dólar.
El gobierno argentino comenzó a aplicar el lunes una segunda edición del llamado “dólar soja” que contempla un tipo de cambio más conveniente para los agricultores con el fin de incentivarlos a exportar la oleaginosa y así aumentar las reservas internacionales del país.
El Programa de Incremento Exportador establece hasta el 31 de diciembre un tipo de cambio diferencial para el complejo sojero de 230 pesos por cada dólar con el fin de lograr el ingreso de 3.000 millones de divisas.
La oleaginosa es el cultivo estrella en Argentina, que es uno de los principales productores mundiales del poroto, harina y aceite de soja.
El esquema supone una actualización de la cotización del dólar según la evolución de la inflación, tomando como referencia el tipo de cambio de 200 pesos que rigió en la versión implementada en septiembre durante la cual se comercializaron casi 14 millones de toneladas y se obtuvieron más de 8.000 millones de dólares.
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El ministro argentino de Economía, Sergio Massa, dijo que la medida busca “fortalecer las reservas y generar mayor nivel de actividad en el sector agropecuario y agroindustrial”.
El gobierno del presidente Alberto Fernández busca además la estabilidad cambiaria hasta la próxima cosecha.
Antes de la implementación de este mecanismo los productores agropecuarios estaban obligados a liquidar los dólares al tipo de cambio oficial que está muy retrasado respecto del que existe en el mercado informal, al que vuelcan los argentinos ante las fuertes restricciones vigentes para comprar dólares.
El dólar oficial cotizaba el lunes a 172,25 pesos por unidad mientras que en el mercado paralelo se vendía a 318 pesos. El valor del “dólar soja” fue esbalecido en 230 pesos.
Algunos economistas han advertido que un “dólar soja” que cohabite con la emisión monetaria potenciaría los desequilibrios monetarios y redundaría en una suba de los precios.
La inflación en Argentina fue de 6,3% en octubre, lo que marca una leve aceleración respecto de septiembre, mientras que la variación interanual fue de 88%.