De varios disparos fue asesinado venezolano en la zona de Rudesindo Soto en Cúcuta, Colombia.
Después de una noche de diversión y bebidas, Máximo Alberto Casamayor Yepes, de nacionalidad venezolana, jamás imaginó que una de las personas con las que había compartido hasta altas horas de la madrugada del domingo 2 de marzo, lo buscaría horas más tarde por la mañana para quitarle la vida con un arma de fuego en el vecindario de Rudesindo Soto, en Cúcuta, Colombia.
Amigos cercanos al venezolano afirmaron que, a pesar de que le gustaba socializar y tomar alcohol, el fallecido de 34 años no había tenido conflictos desde que residía en Colombia.
“Él trabajaba vendiendo productos de panadería y como recolector de materiales reciclables. Le gustaba salir a beber, pero nunca buscaba problemas. No entendemos por qué alguien con quien estuvo en el mismo lugar la noche anterior haya decidido atacarlo de esta manera”, expresó uno de sus familiares con pesar.
Según las autoridades, la comunidad fue alertada a las 8:00 de la mañana por tres disparos.
Junto a un sendero, los residentes observaron el dramático estado de Máximo, cuyo cuerpo agonizante fue descubierto rápidamente, pero debido a la gravedad de sus heridas, falleció unos instantes después.
Dos de los disparos impactaron en órganos vitales del individuo, acelerando su trágico desenlace.
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La Policía Metropolitana de Cúcuta también acudió al lugar para asegurar la escena hasta la llegada de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno).
Con información de Primera Edición COL/La Opinión
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