Tanto lo afectivo como tener un buen hábito de comer favorecen y repercuten en la condición física y cognitiva de las personas mayores.
El adulto mayor debe tener una alimentación balanceada acorde a su estado físico y a sus necesidades. Eso implica estar pendiente que no tenga deficiencia de nutrientes, vitaminas y minerales a lo largo de su vida.
Tanto lo afectivo como tener un buen hábito de comer favorecen y repercuten en la condición física y cognitiva de las personas mayores.
La mayoría de los alimentos contienen nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico y ayuda a proteger el cuerpo de agentes externos y enfermedades.
El hábito de comer saludable incluye 5 grupos básicos, granos, verduras, frutas, lácteos y proteínas.
Se deben incluir minerales, vitaminas, carbohidratos y grasas naturales como aguacate y aceite de oliva.
Además de mucha hidratación, ya que a partir de los 60 años las personas pierden la capacidad de sentir sed, y en el caso de los adultos mayores este líquido es vital para mantener las funciones vitales del organismo.
La rutina diaria debe contener las tres comidas principales, más una merienda. Si el adulto se levanta muy temprano (5:30 am) se le puede dar un pre-desayuno mientras espera hasta las 8 o 9 am que es la hora recomendada.
Desayuno
Los especialistas recomiendas comidas suaves, se pueden preparar comidas sancochados o al horno. El perico, la mermelada y el jugo de fruta son recomendables.
Almuerzo
Las albóndigas, con arroz y ensaladas son entre las comidas más recomendadas. Los granos pueden incluirse dos veces por semana.
Meriendas
Frutas picadas, manjar de frutas, galletas y gelatinas.
Cenas
Esta debe ser a las 7:30 pm más tarde no se recomienda la cena, siempre hay que dejar un intervalo de tiempo para que el cuerpo asimile la comida.
Se sugieren crema de verduras o vegetales, omelette y crepes