El canciller de Venezuela, Yván Gil, señaló que el ataque de EE.UU. a lancha en la que, según informes, habrían fallecido 11 personas, sigue impune. Señaló que está acción constituye un delito internacional y una grave violación de los derechos humanos.
En declaraciones ofrecidas a la cadena estadounidense CNN, Gil informó que las circunstancias del suceso aún no han sido esclarecidas. Sin embargo, subrayó que lo más preocupante sería la implicación admitida por Washington en un acto condenable, según su análisis.
Lo relevante, apuntó, es la admisión de responsabilidad realizada por las fuerzas estadounidenses en un posible crimen internacional. Según explicó, el ataque habría ocurrido contra una embarcación artesanal desarmada, lo que descartaría cualquier argumento heroico y convertiría el hecho en un acto criminal sujeto a investigación.
Gil también cuestionó la supuesta amenaza que esta lancha podría representar para Estados Unidos. Con ironía señaló que sería difícil concebir que una embarcación de cuatro motores pusiera en peligro la seguridad de un país como EE.UU.
El canciller dejó claro que el gobierno venezolano no dispone de pruebas contundentes sobre el evento, más allá de un video y declaraciones vinculadas al caso. En este sentido, expresó su preocupación no solo como diplomático, sino también como venezolano, latinoamericano y humanista, ante la posibilidad de que dicho relato se utilice para legitimar acciones de esta índole y normalizarlas como procedimientos aceptables.
Contrastó también este tipo de operaciones con las prácticas de otros países de la región, como Colombia, los cuales aplican procedimientos de intercepción sin recurrir a fuerza letal. Cuestionó severamente el uso de tecnología destructiva contra un bote indefenso y pidió explicaciones a las fuerzas militares estadounidenses por lo que consideraría una degradación ética.
Por otro lado, al referirse al despliegue militar de Venezuela, Gil informó sobre la presencia de más de 25.000 efectivos en la frontera con Colombia. Esto en conjunto con 60 Unidades de Reacción Rápida (Urras), drones y patrullajes tanto terrestres como aéreos, orientados a combatir el narcotráfico. Indicó que, en lo que va del año, se han incautado más de 56 toneladas de cocaína en estas operaciones.
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A pesar del enfoque militar en estas labores, el canciller dejó claro que la diplomacia continúa siendo la prioridad para su gobierno. Resaltó que Venezuela está dispuesta a establecer diálogos incluso en asuntos sensibles como el narcotráfico o el lavado de dinero, siempre bajo los principios de respeto e igualdad. Abogó por la vía diplomática como el mecanismo principal para prevenir cualquier tipo de escalada en conflictos internacionales.
Finalmente, reiteró que Caracas mantiene su disposición a reactivar la cooperación con los Estados Unidos. Sin embargo, bajo condiciones fundamentadas en la soberanía venezolana y el cumplimiento estricto de los principios establecidos en la Carta de Naciones Unidas.
Con información de Globovisión
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