En Bolivia, a pesar de la movilización de más de mil bomberos y la implementación de nuevas tecnologías aéreas, la intensidad de los incendios forestales continúa en aumento.
En la jornada de hoy viernes se han registrado más de 22 mil puntos de calor, y la calidad del aire en la ciudad de Santa Cruz ha alcanzado un preocupante índice de insalubridad de 380.
Diversos sectores han solicitado la declaración de estado de desastre en el país, a pesar del apoyo internacional que se ha sumado a la situación.
El humo es más denso tanto en áreas urbanas como rurales, lo que representa graves riesgos para la salud, además de las pérdidas en la vida silvestre y en los bosques.
Organizaciones de la sociedad civil consideran que la emergencia nacional declarada hace tres semanas ya no es suficiente y exigen una declaración de desastre.
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Esto implicaría reconocer la falta de capacidad técnica y económica del país para hacer frente a esta crisis, que se perfila como una de las más graves en términos de incendios.
Aunque el Gobierno ha informado sobre la incorporación de dos helicópteros y un avión supertanque para combatir los incendios, hasta el momento se ha considerado que no es necesario declarar el desastre.
Más de mil bomberos, incluidos brigadistas enviados por Brasil, España y Venezuela, están trabajando arduamente en tres de los nueve departamentos afectados.
Se estima que los incendios han devastado más de cuatro millones de hectáreas hasta la fecha, lo que equivale a cerca de dos campos de fútbol por hectárea.
A partir de este jueves, se reanudarán los esfuerzos de bombardeo de nubes, con la esperanza de que los pronósticos de lluvia se materialicen en las próximas horas.
Con información de Telesur
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