La música es capaz de cambiar nuestro estado emocional y de hacernos interpretar situaciones de la vida muy diferentes.
La música es capaz de cambiar nuestro estado emocional y de hacernos interpretar situaciones de la vida muy diferentes en función de las frecuencias, la tonalidad, las notas y la melodía.
La psicóloga Ana Asensio indica que la música se asocia a múltiples beneficios cerebrales, psicológicos y emocionales. Pero además, si esta es escuchada en directo, posee efectos relajantes que conllevan una disminución del estrés.
«Siempre se ha dicho que la música relaja, pero realmente esta afirmación está respaldada por un estudio científico. Escuchar música en directo puede provocar un efecto medible en la neuroquímica de las personas que la escuchan», expone Asensio. En este caso, es el cortisol, también denominada hormona del estrés, la que muestra una mayor reducción.
Según explica la psicóloga, un estudio que elaboró un equipo de investigadores del ‘Centre for Performance’ y fue publicado en la revista científica Public Health demostró la evidencia científica de los efectos de la música en directo de quienes la escuchaban independientemente de sus gustos musicales.
Para el estudio –continúa la psicóloga– se cogió la saliva de 117 participantes antes de empezar un concierto y durante el descanso del mismo. Los participantes pertenecían a diferentes grupos de gente: músicos, gente que acudía muy frecuentemente a conciertos y otros que no iban casi nunca. «Los resultados revelaron un descenso de los glucocorticoides, incluyendo una reducción significativa en el cortisol y la cortisona tras escuchar música en directo».
Si a los beneficios que supone escuchar música en vivo le sumamos aquellos que genera sobre el cuerpo la naturaleza y su contacto con ella, tenemos la combinación perfecta. Así, el hecho de disfrutar de un concierto al aire libre y rodeado de naturaleza supondrá un impacto positivo en nuestro bienestar físico y emocional.
Con información de: ABC