A partir del lunes 26 de mayo, líderes de diversos movimientos sociales bolivianos darán inicio a movilizaciones en La Paz para la destitución del actual presidente Luis Arce.
Estas protestas que reúnen a representantes de los nueve departamentos del país, se llevarán a cabo de manera indefinida hasta alcanzar sus demandas, la cuales incluyen la reestructuración del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
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En respuesta a la posibilidad de que el exmandatario Evo Morales se presente como candidato en las elecciones del 17 de agosto, el TSE aclaró que no ha vetado su postulación.
Aseguran que esto dependerá de su nominación por un partido político.
La determinación oficial sobre los candidatos registrados se comunicará el próximo 6 de junio, de acuerdo al cronograma electoral establecido.
Presidente Luis Arce en el ojo del huracán
Estas movilizaciones emergen en un contexto de incertidumbre política, caracterizado por la presentación de múltiples recursos legales destinados a excluir a varios candidatos de la contienda electoral.
Hasta ahora, el TSE ha recibido un total de 14 acciones legales, generando preocupación acerca de la integridad del proceso electoral.
Miembros del TSE han expresado preocupaciones acerca de la interferencia del Poder Judicial en las decisiones electorales, advirtiendo que dicha injerencia ha provocado retrasos en la designación de magistrados y podría obstaculizar la conducción exitosa de los comicios.
Incluso, algunos funcionarios han contemplado la posibilidad de dimitir si no se garantizan las condiciones necesarias para la realización de las elecciones.
En la actualidad, 10 frentes y partidos políticos están registrados para participar en las elecciones del 17 de agosto, aunque el TSE determinará el 6 de junio cuántos continuarán en competencia, en un clima cargado de incertidumbre y tensiones políticas.
Con información de Telesur
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