El rechazo a la nueva Constitución en Chile marca un año de gobierno del presidente Gabriel Boric, proyecto apoyado por él.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, cumplió el sábado un año de gobierno del país sudamericano, una gestión marcada por el rechazo a la propuesta constitucional. Proyecto que el mandatario apoyó y que era el ancla de su programa gubernamental.
Boric fue investido con 36 años y se transformó en el presidente más joven en la historia de la nación austral. Uno de los más nóveles del mundo, bajo la consiga: “Si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba”.
“Se cumple un año desde que asumí la gran tarea para la cual ustedes me eligieron (..) hemos tenido dificultades”, dijo Boric el viernes. Realizó el segundo cambio de gabinete de su gestión, luego de reemplazar a cinco ministros y 15 subsecretarios.
El mandatario afirmó que mira el futuro con “esperanza y optimismo”, aunque sopesó que el 2022 “no fue fácil” para las familias chilenas ni tampoco para el gobierno. Con escenarios complejos como los incendios que azotaron la zona centro-sur del país en febrero, la inseguridad y el aumento del costo de la vida por la inflación.
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“Es un primer año con dificultades (…) Boric ha tenido la ‘luna de miel’ más corta de los últimos periodos presidenciales desde el retorno a la democracia (1990)”. Coincidió Mario Herrera, académico del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca de Chile en entrevista con Xinhua.
En sus primeros meses Boric logró consensuar en el Parlamento el mayor reajuste del salario mínimo en un cuarto de siglo, la extensión de gratuidad en red de salud pública. Y se ratificó el Acuerdo de Escazú, tratado ambiental pionero en América Latina que busca avanzar en materia de protección del medio ambiente y los derechos ambientales.
Esto le abrió una puerta en los liderazgos regionales, con un gobierno autocalificado como feminista.
Apoyos en la gobernanza
Herrera puntualizó en que aunque la gobernanza tuvo vaivenes, Boric y su gabinete son apoyados por una coalición con dos bloques. Apruebo Dignidad (izquierda) y Socialismo Democrático (centroizquierda), que sufren de desencuentros, contradicciones y pugnas entre sí.
“Es la primera vez en la historia desde el retorno a la democracia en la que tenemos un presidente que tienen dos coaliciones. Tiene dos pactos electorales dentro de un pacto de gobierno”, señaló.
Rechazo a la nueva Constitución
A esto se suma el rechazo a la propuesta de nueva Constitución por 62 por ciento del electorado en el plebiscito de septiembre de 2022, resultado que embistió al gobierno.
El presidente fue uno de los políticos que apoyó el proceso constituyente como salida política tras el estallido social en octubre de 2019. Su programa gubernamental contemplaba la aprobación del texto para su ejecución, según declararon sus ministros antes de la votación.
En esa línea, el director de la escuela de Administración Pública de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Espinoza, sostuvo que esto “marcó el punto de inflexión”. Esto forzó Boric a hacer un “cambio importante en su gabinete” en el que destacó la incorporación de integrantes de la ex Concertación. El bloque de izquierda que gobernó Chile tras el retorno a la democracia.
No obstante, pavimentó un nuevo proceso constituyente que continúa del intento anterior. Pero que esta vez considera una comisión integrada por 24 expertos que presentarán un anteproyecto para que 50 ciudadanos electos definan la Carta Magna que se plebiscitará.
El experto explicó que “el gobierno tuvo que dar un giro y asumir que al menos la Constitución de 1980”, regirá “por un buen tiempo más”. Se la han jugado con dos reformas: la reforma de pensiones y la reforma tributaria, rechazada esta semana.
En la última semana, el gobierno de Boric aumentó aprobación al anotar 35 por ciento y confirmó un alza sostenida desde enero pasado. Esto debido, según Espinoza, al “retroceso de la agenda política y el ingreso de la agenda sectorial”.
Para el experto, el cambio de gabinete a un día de cumplir un año de gestión confirmó la orientación hacia el centro político. Que tiene como principales desafíos enfrentar las crisis de seguridad y aminorar los efectos de la inflación.
“Finalmente, el gran problema que tuvieron fue la falta de experiencia y la falta de tacto político para lidiar principalmente con el mundo de la oposición”, sentenció.