El agente envió mensajes a su familia explicando que no aceptaba separarse de su mujer y que estaba deprimido.
El agente de la Policía Militar Fabiano Júnior Garcia, de 37 años, salió del trabajo el jueves por la tarde en el municipio brasileño de Toledo, estado de Paraná, dispuesto a terminar con la vida de su familia. Garcia asesinó a ocho personas, entre ellas, sus hijos, su esposa, su hermano y su madre.
Las informaciones preliminares de la Policía Militar, que recoge G1, apuntan a que García, que llevaba doce años en la corporación, terminó primero con la vida de Kassiele, su esposa, de 28 años, y la de su hijastra, Amanda, de 12 años.
Después, se dirigió a casa de Irene, su madre, de 78 años, y la mató a puñaladas, mientras que a su hermano, Claudiomiro, de 50, le disparó con un arma.
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Tras estos crímenes, el agente se dirigió a Céu Azul, municipio que se encuentra a unos 50 kilómetros de Toledo, y asesinó también a tiros a sus dos hijos, Kamili y Miguel, de 4 y 9 años, que estaban pasando las vacaciones escolares junto a su abuela materna.
Garcia regresó a Toledo y disparó de manera aleatoria contra dos jóvenes, Kaio y Luiz, de 17 y 19 años, que caminaban por la calle. Después se quitó la vida.
“No podría vivir sin Kassiele”
“Mandó mensajes a sus familiares y amigos explicando la situación, por lo que se entiende que la motivación para toda esta tragedia fue que no estaba aceptando la separación con su esposa”,
explicó a la prensa el comandante general de la Policía Militar, Hudson Leoncio Teixeira.
En un audio que publican los medios se escucha al agente pedir perdón a su familia y dice que “no podría vivir sin Kassiele”. También asegura que sufría una depresión.
Las autoridades todavía investigan las motivaciones de los asesinatos. El coronal dijo que Garcia, conductor del coordinador del 19° Batallón Policial de Toledo, era “un excelente policía” y que lo sucedido “sorprendió a toda la corporación”.
En un comunicado enviado a la prensa, la Policía Militar “lamentó profundamente” lo ocurrido y destacó que “no había ningún antecedente que indicará que tuviese problemas psicológicos”.