La cantante, liberada de la tutela judicial a la que la tuvo sometida su padre durante 13 años, da el “sí, quiero” al actor.
Britney Spears no ha perdido el tiempo y ya ha dado el “sí, quiero”. Seis meses después de recuperar su libertad, tras más de una década sometida a una férrea tutela paterna, la cantante, de 40 años, se ha casado con el iraní Sam Asghari, de 28, según ha informado People. La intérprete de Toxic ya había adelantado su intención de hacerlo en varias ocasiones. Este es el tercer matrimonio para la vocalista, y es la primera vez que Asghari pasa por el altar.
Lo dijo el pasado junio, en la vista judicial para terminar con la tutela financiera y personal de su padre, Jamie Spears. “Quiero casarme y tener un bebé”, afirmó entonces la artista, lamentando que esta figura jurídica no le dejara hacer ninguna de las dos cosas. El pasado septiembre, ya liberada, confirmó a través de su perfil de Instagram, donde suma más de 40 millones de seguidores, su compromiso. Bajo el título “¡No puedo creerlo!”, y un montón de emoticonos de anillos, la cantante mostró su anillo de diamantes, diseñado por el joyero Roman Malayev.
Horas antes de la boda de este jueves, Jason Alexander, expareja y amigo de la infancia de Britney Spears, fue detenido por la policía luego de que intentara entrar a la casa de la cantante para colarse a la boda, según informó el portal TMZ. Alexander transmitió su irrupción por Instagram hasta que agentes de la policía del condado de Ventura le detuvieron.
La noticia de la boda saltó el jueves a lo largo del día, pero ellos evitaron confirmarlo. La pareja se casó en una ceremonia íntima. No han trascendido detalles del enlace, pero Spears ya había confirmado en sus redes sociales quién la vestiría en esta ocasión. “Donatella Versace hará mi vestido de novia, tal y como hemos hablado”, anunció el pasado mes de marzo. Entre los invitados, según informan medios estadounidenses, no se encontrarían los padres de Spears ni su hermana Jamie Lynn, con la que mantiene una ardua guerra de declaraciones y enfrentamientos, también a través de las redes sociales. Pero sí famosos como Paris Hilton, Drew Barrymore y Madonna. A pesar de haberse librado de la tutela paterna, el litigio que la enfrenta a su progenitor aún no ha terminado. Los letrados de la cantante acusan a su padre de haberse quedado con 6,3 millones de dólares (5,9 millones de euros) de su fortuna, y también de “pagar a sus socios decenas de millones más” a lo largo de una tutela que califican de “corrupta y conflictiva”.
Desde que recuperara el control de su vida, Spears se ha mostrado abierta y ha compartido en sus redes sociales parte de su vida privada. Fue a través de las mismas donde anunció en abril su embarazo y en mayo su posterior aborto. Y ha sido aquí donde ha compartido muchos momentos íntimos con el que hoy se convierte en su marido.
La pareja se conoció en 2016 en el rodaje del vídeo musical de Spears Slumber Party. Asghari es un modelo, entrenador personal y actor de origen iraní que emigró a Estados Unidos en 2006. “Dejé atrás a mis hermanas y a mi madre. Venir aquí, con un idioma completamente diferente, fue un choque cultural. No hablaba ni una palabra de inglés, pero siempre tuve una mentalidad positiva”, afirmó el año pasado en la revista Forbes. Es una de las escasas entrevistas que ha concedido en este lustro. Desde que empezara su relación con la princesa del pop, Asghari ha mantenido un perfil bajo y no se ha prodigado en la prensa, pero en los últimos meses las apariciones conjuntas de la pareja en sus redes sociales han sido constantes. Este proceder discreto podría deberse al contrato de confidencialidad que, según desveló The New York Times, el padre de Spears obligaba a firmar a sus parejas.
Con información de: El País