El plan desvelado por el ministro de Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, para derrocar al presidente Nicolás Maduro, habría contado con una inversión de 20 millones de euros por parte de empresarios, según revelaciones obtenidas.
En este contexto, el empresario José Enrique Rincón, reconocido en el sector camaronero, habría sido identificado como el líder de la operación denominada “No a la Navidad”, la cual tenía como objetivo perturbar los servicios esenciales, como el suministro de agua y electricidad.
Se mencionó que Rincón controla un conglomerado de 90 empresas cuyos directivos fueron arrestados en relación con este plan.
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Tras una comparecencia ante los medios, el ministro informó que al menos 100 individuos han sido detenidos, mayormente empresarios, en relación con lo expuesto.
Cabello señaló que esta nueva conspiración de desestabilización, que se origina en el estado Zulia, involucra la participación de militares y la planificación de acciones en restaurantes propiedad de Rincón.
El plan contemplaba la manipulación del sistema judicial para favorecer a líderes negativos dentro de las prisiones, quienes se encargarían de reclutar reclusos y proveerles armamento con el propósito de llevar a cabo ataques contra instalaciones militares y de servicios públicos.
Se reveló además la presencia de campamentos para el entrenamiento de paramilitares colombianos en la frontera Zulia-Colombia y en Ecuador, vinculados a individuos relacionados con la frustrada Operación Gedeón del 3 de mayo de 2020.
En los campamentos se encontraron fusiles de procedencia colombiana sustraídos por paramilitares para su adiestramiento.
Se vuelve a mencionar el nombre de Iván Simonovis como responsable de suministrar armas y explosivos para la ejecución del plan, resaltando que en esta ocasión específica, la gestión del armamento sería coordinada por el empresario Rincón.
Con información de Últimas Noticias
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