El arte es la vida misma. Por eso, todo aporta al arte de Cándido Borges. Los mercados populares, el encuentro con la gente, las tertulias, las calles, los olores, los sabores.
Entrar a la casa de Cándido Borges es transitar a una galería de arte, desde la sala hasta el patio, cubierto bajo la sombra de un árbol de nísperos.
Cuadros de varios formatos, esculturas talladas en madera. Ahí reposan obras de arte, producidas desde el año 1998, hasta las más recientes. Los colores predominan, formas de vasijas, tinajas, que conectan con la tierra.
Borges es nativo de Coro, estado Falcón; es allí, en su casa materna, donde acondicionó los espacios como salas de exhibición.
Borges es ingeniero civil, laboró en la industria petrolera, en Zulia y en Judibana, Paraguaná, donde formó su familia.
Al salir jubilado en 2015, sentía que no se hallaba, no se había sacado el chip de la cabeza, de la rutina de levantarse a las 4:00 de la mañana.
Allí no había hora de salida, y estaba siempre a la expectativa de a qué contingencias enfrentarse.
Al pasar el tiempo, se reencontró en los momentos de soledad y entendió que su pasión: el arte, era a lo que quería dedicarse en esta nueva etapa de su vida.
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Arte al 100%
“La pintura me salvó”, afirma el artista plástico. Él no se ve sentado en la plaza de Judibana, recordando viejos tiempos, ni hablando de bombas o plantas.
No. Él ya sabe que el arte es su mundo al 100% hasta que Dios, el universo o la vida dispongan de su existencia.
En este periodo, él se siente feliz, en bienestar, en paz, cada día da gracias a Dios por hacer lo que le gusta, sin estrés, sin dependencia laboral, sino siendo, estando claro en quién es, qué quiere hacer, cuándo.
Su obra ha sido expuesta. Está compartiendo su conocimiento en la escuela de arte Tito Salas, en talleres de dibujo y pintura.
La satisfacción personal supera cualquier ambición de ingresos económicos.
Su casa es el lugar perfecto dictar clases particulares de pintura para adultos y jóvenes. ¿En qué horario? Lunes, miércoles y viernes, sábados y domingos.
Borges se encontró con la pintura en el año 1998, cuando la industria petrolera lo trasladó a Judibana, desde Maracaibo.
Allí en Paraguaná conoció a algunos artistas que lo adiestraron en el arte de la pintura. Ya él sabía de dibujo técnico.
En el 2020, se acercó a la escultura en madera, con un diplomado en Valencia.
Ya ha elaborado varias tallas en madera y una escultura. De estas pretende mostrar una exposición.
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La pintura tiene elementos como encuadre, movimiento, color. De ahí que Borges se sumerge en ella como su modo de vida.
cÁNDIDO BORGES: Filosofía y vida
Desde los rincones de su casa reflexiona, sobre la vida, sus decisiones, sobre el destino, sobre los caminos y gustos que le son propios por su esencia y no porque él deliberadamente los haya buscado.
También medita sobre que tú eres dueño de tu vida, sobre que el timón de tu vida lo tienes tú, cómo te vistes, lo que decides comer, todo lo que decides a diario.
De su estancia en Maracaibo recuerda los paisajes y vivencias que le permitía el vivir en la ruta 6, circunvalación, los carritos y busetas de San Jacinto, sus mercados, sus calles.
Todo ello queda impreso en su memoria, así como se enriquece mucho de los recorridos a pie por la zona colonial de Coro, sus colores, arquitectura, del encuentro con la gente en los mercados municipales, populares, la comida, los olores, colores, tertulias con la gente.
Todo aporta al arte. Y es que el arte es la vida misma.
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