La falta de lluvias que los expertos han vinculado con el cambio climático global ha reducido los embalses y dañado la agricultura y el ambiente.
Barcelona y gran parte del noreste de España están aplicando restricciones al consumo de agua mientras una sequía de meses que ha devastado las cosechas empieza a limitar las actividades humanas en esta nación bañada por el Mediterráneo.
Las medidas afectarán a 6,7 millones de personas, el 80% de la población de la región, dijo Patricia Plaja, vocera del gobierno catalán, el martes. Plaja dijo que por ahora no será necesario limitar el uso de agua para lavar, cocinar o beber en las casas, pero el gobierno exhortó a la población a ser conscientes de la situación excepcional que enfrenta el país.
Las medidas que entrarán en vigencia el viernes incluyen reducciones al agua para riego de cosechas y la industria. En las ciudades se prohíbe usar agua potable para lavar el exterior de las casas o autos o para llenar albercas. Unos 500 municipios, entre ellos Barcelona, deben dejar de llenar las fuentes públicas y de limpiar las calles con agua potable.
La falta de lluvias que los expertos han vinculado con el cambio climático global ha reducido los embalses y dañado la agricultura y el ambiente.
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Barcelona es la segunda gran ciudad española que limita el uso de agua después que Sevilla aplicó medidas similares en septiembre tras un verano extremadamente seco y caluroso.
Los embalses en el sur, cerca de Sevilla, son los más afectados, en tanto los de Cataluña se han reducido al 34% de su capacidad, de acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica.
En 2008, una sequía prolongada obligó a las autoridades españolas a traer agua a Barcelona en barcos para el uso hogareño. Después se construyó la planta de desalinización cerca de Barcelona que según las autoridades es la más grande de Europa, con una capacidad de producción de 60 hectómetros cúbicos por año. Actualmente funciona al 90% de su capacidad, según las autoridades.
Plaja dijo que aunque las lluvias traigan algo de alivio, Cataluña seguirá padeciendo sequías más prolongadas y más frecuentes, como toda España y la región en general.