El viceministro chino de Exteriores, Ma Zhaoxu, su homólogo iraní, Kazem Gharibabadí, y el ruso, Sergei Ryabkov, han instalado a detener todas las sanciones unilaterales ilegales y crear un ambiente propicio para la diplomacia en una reunión trilateral marcada por la escalada de tensiones entre Teherán y Washington.
En respuesta a las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos contra la industria petrolera de Irán, los tres países han destacado la importancia de respetar la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que respalda el acuerdo nuclear de 2015 con Teherán.
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Asimismo, han subrayado la necesidad de evitar que agudicen la situación y han reafirmado la importancia del Tratado de No Proliferación Nuclear como piedra angular del sistema internacional de medidas.
En relación con la cuestión nuclear, China y Rusia han elogiado la postura pacífica de Irán en su programa nuclear y su compromiso con el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Han expresado su apoyo a la cooperación de Irán con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la necesidad de respetar plenamente su derecho al uso pacífico de la energía nuclear.
El diálogo trilateral ocurre en un contexto de alta tensión con Washington, que ha intensificado su política de “máxima presión” sobre Irán con nuevas sanciones para limitar su venta de petróleo.
Mientras tanto, China y Rusia se posicionan como mediadores en un intento por facilitar una solución negociada, en contraste con las posturas más rígidas de Occidente.
En este contexto, el Organismo Internacional de Energía Atómica ha informado que Irán ha acumulado 274 kilos de uranio enriquecido al 60 %, acercándose al umbral de uso militar, y ha acelerado su programa nuclear en los últimos meses, lo que plantea desafíos adicionales en el panorama internacional.
Con información de Globovisión
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