Patrick Crusius, el autor confeso de la matanza de 2019 en un supermercado de El Paso, Texas que causó 23 muertos, fue sentenciado a 90 cadenas perpetuas consecutivas por ese ataque racista dirigido contra hispanos e inmigrantes.
En febrero pasado, Crusius se declaró culpable de 90 cargos federales de asesinato y crímenes de odio por el tiroteo en una tienda Walmart. A cambio el Gobierno estadounidense no pidió la pena de muerte.
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Sin embargo, fiscales de Texas planean llevarlo nuevamente a juicio por el mismo tiroteo en un proceso estatal en el que buscarán la pena capital.
Declaraciones de familiares de los fallecidos y sobrevivientes
Desde el miércoles, Crusius enfrentó las declaraciones de 36 familiares de los fallecidos y sobrevivientes de la matanza sobre el impacto que el ataque ha tenido en sus vidas.
Una joven sobreviviente narró sollozando que ella “solía ser una adolescente feliz y normal, hasta que un cobarde eligió usar la violencia contra inocentes”.
Un hombre cuya madre murió en el tiroteo preguntó a Crusius si dormía bien de noche. También preguntó si era un supremacista blanco, a lo que respondió negativamente sacudiendo la cabeza, pero asintió cuando se le preguntó si se arrepentía por lo que había hecho.
El 3 de agosto de 2019, Crusius, entonces de 21 años, disparó con un rifle semiautomático en un Walmart, causando la matanza más grande en EE.UU. dirigida contra latinos.
“Invasión hispana” de Estados Unidos
Después de entregarse ese mismo día a las autoridades policiales e identificarse como el perpetrador. Crusius dijo a los investigadores que había elegido para su ataque la tienda Walmart porque está cerca de la frontera con México y la frecuentan clientes hispanos.
Primero visitó la tienda sin armas y retornó equipado con protectores de sonido en los oídos, gafas plásticas para los ojos y un rifle semiautomático con el cual disparó indiscriminadamente.
Admitió haber publicado en línea un manifiesto en el que se quejaba de una “sustitución cultural y étnica” y de una “invasión hispana” de Estados Unidos.
Pese a haber evitado la pena de muerte en el juicio federal, fiscales de Texas planean llevarlo nuevamente a juicio en un proceso estatal en el que buscarán la pena capital.
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