En las memorias de Israel Colina, se relata los inicios de la hípica en la península y otros datos relevantes.
La Mene Grande Oil Company C.A. cesó sus funciones en Paraguaná en 1959 después de haber laborado desde el año 1924. Posteriormente estos terrenos pasaron a ser propiedad del antiguo Banco Obrero que después pasó a llamarse Instituto Nacional de la Vivienda (Inavi).
A principio de los años sesenta se estableció allí la Base Naval Generalísimo Juan Crisóstomo Falcón, ocupando el urbanismo, las instalaciones administrativas, Terminal Marítimo y terrenos donde estaba el patio de tanques de esta empresa, donde se desarrolló también un urbanismo para el personal militar
acantonado allí, incluyendo un Hospital militar y una Proveeduría.
En las hectáreas restantes a finales de los años sesenta y principio de los setenta del siglo XX, a través del Banco Obrero el gobierno nacional emprendió la construcción de un complejo habitacional de cuatro etapas compuesto por casas y bloques de apartamentos que fue bautizada con el nombre de Jorge Hernández.
En la misma se construyó una escuela industrial, un complejo deportivo, un liceo, un edificio para el Seguros Social con áreas administrativas y de consulta, una Escuela de Comercio, una edificación para la Sanidad, una Clínica anticancerosa—esta con ayuda de la empresa privada y la colectividad—una edificación para la Comandancia General de Policía.
Además una edificación para la Prefectura, en ésta, en la actualidad funciona el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, una sede para el Servicio Bolivariano de Investigación, una escuela de arte y oficio, una iglesia, un parque Metropolitano, un Centro de Diagnóstico Integral, una sala de rehabilitación y otras edificaciones privadas.
Hipódromo improvisado
Es bueno resaltar que en parte de estas hectáreas antes de ser ocupadas por las edificaciones y el urbanismo ya señalado funcionó un hipódromo improvisado, que no era más que una pista polvorienta con una cabina o palco de transmisiones radiales, donde los fines de semana se desarrollaban carreras de caballos.
Puedes leer: Sergio Quintero: reapertura de la frontera favorecerá la ZEE Paraguaná
Estaba ubicado a un lado de la avenida Jacinto Lara, donde está hoy día el complejo deportivo. Dejando claro que la hípica en Paraguaná nació en Pueblo Nuevo y fueron sus fundadores “Chomonguito” Guiñan y Carlos García, entre otros.
Una vez que esos terrenos empezaron a ser urbanizados los organizadores de dicho evento se fueron al sector El Cardón, lo que hoy conocemos como el Hipódromo de Paraguaná; terrenos estos que eran propiedad del Doctor Víctor Fuguet, los cuales fueron adquiridos crédito por la directiva de la asociación hípica de la época al precio de una locha—doce céntimos y medio de bolívares, el metro cuadrado—habiendo sido Jesús “Chucho” Pelayo uno de los que más impulsó a que esta afición hípica se consolidara en esta región.
También en el lado sur del Club Manaure de la Shell,—después Maravén—hubo una pista donde los fines de semana se desarrollaban carreras de caballos y hasta los burros mostraron sus cualidades atléticas.
Dejando constancia así que no solamente servían para cargar sobre sus cuerpos solo barriles con agua o sacos de cualquier alimento.
Recordando
Esta pista no tuvo nada que ver con los organizadores de la incipiente asociación hípica que se había fundado por esa época en Paraguaná, Jesús Antonio Pelayo Yamarte. Su actividad duró muy poco.
En los alrededores de ambas pistas se aglomeraba mucha gente de Punto Fijo y venidas de toda la Península y otros estados, sobre todo del estado Zulia, que se daban cita en el lugar para presenciar y apostar a los ejemplares de su preferencia.
Fueron muchos los equinos que corrieron y se destacaron en los improvisados óvalos. Hoy recordamos a Corazón, Palitroque, Miraca, El Profeta, Chamaris, El Radar, Fanful, Juan Griego, Trajín y El Zorro, este último de Wuadi Richani y Vigirima de Jesús (Chucho) Pelayo. Toda una campeona invicta con veinte carreras ganadas.
Así mismo cumplieron una destacada actuación, jinetes como Alciviades Gutiérrez, Jesús Ávila, Omar Arambuló, Juan Gómez y Emiro Parra, éste último, venía del Hipódromo de la Limpia que junto a otros nóveles Jockys lograron escalar posiciones de campeones en el ya mencionado Hipódromo en el Estado Zulia, La Rinconada en Caracas e inclusive en Hipódromos internacionales.
Así mismo se destacaron como preparadores Vicente Osteicochea, Cayetano Gutiérrez y Daniel Borregales por nombrar algunos de tantos que por allí pasaron.
Las carreras eran narradas por Oreste Rodríguez—en una pasantía muy breve—, después fue Valerio Aguilar quien asumió dicha narración y los comentarios los hacía Oswaldo Camejo periodista hípico del Diario Panaroma y Gaceta Hípica, quien llegaba cada semana procedente de Maracaibo, estado Zulia.
Una vez que el hipódromo fue ubicado en sus nuevas instalaciones en El Cardón, Valerio Aguilar pasó a ser el narrador oficial, quien tuvo una brillante y larga trayectoria frente al micrófono.
Lo hacía extraordinariamente bien retirado de esta actividad desde hace ya bastante tiempo. Desde entonces se encuentra en el lado noreste del cerro de Santa Ana dedicado a las labores agrícolas, exactamente en el sector Piedras Negras de la población de Misaray del municipio Falcón.
