El canciller Carlos Faría leyó en la ONU el mensaje enviado por el presidente venezolano Nicolás Maduro, donde propone soluciones reales a la crisis multidimensional mundial.
La aspiración del pueblo venezolano por la paz en un mundo multipolar y pluricéntrico, la defensa de la verdad y de los principios de convivencia y racionalidad, así como el repudio a los mecanismos de coacción contra Venezuela y otros países, fueron los puntos resaltantes del mensaje enviado este sábado por el presidente Nicolás Maduro, a la 77° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El discurso, que representa una Carta Abierta a la Humanidad y que fue presentada por el canciller Carlos Faría, enfatizó en temas importantes como el ofrecimiento de nuestro país como mediador en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, siendo el diálogo el mecanismo para una solución y entendimiento entre las partes.
“Para mi país, el de un pueblo que jamás ha participado en un conflicto armado internacional, no existe otro camino que la paz, la justicia, la confianza y el respeto al derecho internacional”, enfatizó.
En ese sentido, el jefe de Estado manifestó que nuestra nación suscribe la propuesta de pacificación presentada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ante la Asamblea General de la ONU.
“Suscribimos, por tanto, la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador que aboga por la creación de una comisión internacional para facilitar el diálogo soberano entre Rusia y Ucrania y nos ponemos a la orden para facilitar sus condiciones”, expuso.
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El Mandatario Nacional manifestó, además, que el pueblo venezolano rechaza “todas las provocaciones militares y sanciones económicas injerencistas que se han tomado contra Rusia, así como la campaña de odio desatada en detrimento del pueblo eslavo por considerar que estas acciones lejos de sumar a la paz azuzan el fuego de la guerra.”
Capitalismo y crisis mundial
En su mensaje, el Presidente Maduro hizo hincapié en la responsabilidad del sistema capitalista en la actual crisis mundial y el papel que ha jugado Occidente al llevar a la humanidad al actual estado de peligro.
Es por ello, que planteó a las potencias y naciones del Norte a convivir con el resto de los países y a no someterlos. En este punto de su mensaje, se refirió a la crisis de la verdad con la manipulación de los conocimientos y las emociones de los pueblos, en desmedro de la credibilidad y confianza que deben regir en las relaciones internacionales.
“Es urgente un cambio ético en las viejas potencias a favor de la construcción de un nuevo mundo común, sin colonizados ni colonizadores, donde se trabaje conjuntamente en las soluciones que nuestros pueblos nos demandan. No hay tiempo para la prepotencia, no hay tiempo para las confrontaciones y escaramuzas inútiles”, subrayó.
En este punto de su disertación, destacó la importancia de un mayor protagonismo de los pueblos para salvar la vida en el planeta y hacer frente al orden hegemónico unipolar que busca con el modelo supremacista, violentar el derecho internacional, desconociendo el principio de autodeterminación de los pueblos.
Ante ello, indicó que en el mundo “se necesita mayor protagonismo de los pueblos en crear alternativas para transformar la realidad”, tomando en consideración que “nunca estuvimos tan conscientes de ser una sola comunidad, una y múltiple a la vez, como en esta coyuntura que ha puesto en vilo aquello que compartimos y nos iguala: la vida”.
Ante esta situación expresó que Venezuela “hace votos para que en esta asamblea se escuche a la razón, a la sensatez, a la prudencia. Y se reconozca y respete los derechos de los pueblos del mundo y se enmiende la injusticia que se comete contra el pueblo Saharaui y el pueblo Palestino al negárseles el derecho a tener una patria”.
Fin a las medidas coercitivas
El Mandatario Nacional también se refirió en su mensaje ante la 77° Asamblea General de la ONU a las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela.
Precisó que se trata de medidas crueles que pueden ser calificadas como crímenes de lesa humanidad que atentan contra los derechos del pueblo venezolano. Indicó que sobre el país pesan 913 sanciones ilegales que han ocasionado pérdidas a la nación por 150.000 millones de dólares, mientras que alrededor de 10.000 millones de dólares en depósitos en bancos y fondos en el extranjero se mantienen bloqueados.
Estas medidas ilegales han impedido la compra y venta de insumos, alimentos y medicinas necesarias para la población, expuso.
El jefe de Estado reseñó intentos de magnicidio y invasión armada, fomento de movimientos de sedición y conformación de un gobierno paralelo y ficticio que han recibido el respaldo de Estados Unidos para intentar desestabilizar al gobierno constitucional.
También mencionó las sanciones contra países como Cuba, Nicaragua, Cuba, Rusia e Irán, al tiempo que exhortó a una reparación al pueblo argentino sobre sus derechos a las Islas Malvinas.
“Hacemos votos para que se ponga fin a las ilegales sanciones económicas y persecuciones políticas en contra de Nicaragua, en contra de la hermana Cuba, de Irán y de Rusia. Hacemos votos porque se repare al pueblo argentino y se le restituyan sus derechos sobre las Malvinas, arrebatadas a sangre y fuego por la lógica imperial que venimos denunciando”, apuntó.
Emergencia energética
En su Carta Abierta a la Humanidad, el Presidente Maduro resaltó la disposición de Venezuela en asistir al mercado internacional para mitigar la emergencia energética.
“Siendo una de las principales potencias mundiales en materia petrolera y gasífera, Venezuela puede y quiere ser útil, como miembro de la OPEP, en esta emergencia energética que se viene arrastrando desde hace una década y que afecta profundamente al sistema de precios y suministros, e impacta a los países más pobres y también a los más ricos”, declaró.
Señaló que la crisis mundial se ha agudizado de manera dramática por la pandemia del Covid-19 y el conflicto entre Ucrania y Rusia, afectándose el suministro de alimentos. “Más allá de esta postura histórica, la de garantizar, como productor insustituible, el equilibrio energético que demanda la comunidad internacional, nos ocupa el impacto de los diferentes conflictos mundiales en la seguridad alimentaria”, expresó.