Una representación de la juventud de Coro se dio cita en el conversatorio “Juventud de lo patrimonial a lo futurista”.
La Fundación Coro 500 organizó un segundo espacios para mostrar el compromiso de la generación de relevo a construir un país de oportunidades.
La actividad se desarrolló en el corazón de la ciudad colonial de Coro con la ponencia de cinco profesionales.
Las áreas desarrolladas fueron la espiritual, comercial, musical, políticas públicas y la salud.
Zard Robles, como integrante de la directiva de la fundación, sostuvo que el propósito de los espacios es construir el “Coro amable que queremos”.
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“Son jóvenes profesionales pertenecientes a las nuevas generaciones que no solo resaltan el Coro del pasado, sino el Coro que queremos para preservar”.
Lamentó que el legado de esta generación no sea la más ejemplar, sin embargo, ratificó que es su responsabilidad dejar un mejor legado a sus sucesores.
En tal sentido, refirió que la invitación es a que todos los jóvenes se incorporen al gran movimiento de Coro 500 por el rescate de los valores.
“Lo que queremos es hacer de Coro una ciudad habitable, sostenible y vivible, el Coro de su gente y sus cosas como dice el cronista Tito Guerra”.
El cierre estuvo a cargo de la presidente honorífica de la fundación, Olga de Curiel, quien recalcó que Coro necesita ciudadanos no habitantes.
Esto haciendo alusión a la solidaridad, el compañerismo y el cooperativismo entre los corianos, desprendiendo el egoísmo y la indolencia.
Jóvenes del presente
El ciclo de conferencias fue iniciado con la participación de Gregorio Añez, quien habló sobre los valores, la espiritualidad y la cultura de paz.
Prosiguió Rafael Moreno, como presidente del Cicaf, él disertó sobre el orgullo de ser empresario.
“De acuerdo a los estudios un 90% de los jóvenes impulsan sus ingresos con el emprendimiento por la falta de fuentes de empleos”, aseguró.
No obstante, sostuvo que la nueva dinámica comercial representa un crecimiento para la economía local, regional y nacional.
El tema de la música fue abordado por Mariangela Muñoz, desde su sensibilidad por el arte aseguró que la ciudad de Coro es cuna de diversas expresiones.
“La música es el equilibrio y la plenitud de la vida, por ella su importancia para desarrollarnos como sociedad”, dijo.
El espacio también tuvo una disertación sobre el emprendimiento y las políticas públicas.
“Esta actividad económica ha crecido tanto que fue asumido como el papel protagónico tanto en lo público como en lo privado, está de moda”.
Finalmente, el doctor José Bozo, expuso sobre la Traumatología de lo social.
En su intervención habló del humanismo de los batas blancas, que muchas veces son los vecinos de los pacientes.
De las maniobras para brindar atención a los que menos recursos tienen y sobre todo de la calidad humana de los profesionales que hacen vida en el Van Grieken.
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