La Corte Suprema de Estados Unidos se reunirá este viernes a puerta cerrada para considerar un intento de revocar un precedente de hace una década sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, una apelación que está generando temor entre algunos defensores de los derechos Lgbtq+.
La apelación pendiente proviene de Kim Davis, una exfuncionaria del registro civil de Kentucky que se negó a expedir licencias de matrimonio después de que la histórica decisión de la Corte Suprema en 2015 en el caso Obergefell vs. Hodges permitiera a las parejas del mismo sexo contraer matrimonio legalmente. Davis, quien ha defendido su caso durante años, ha solicitado directamente a la corte que revoque esa decisión.
“Ha llegado el momento”, argumentó Davis en una presentación reciente, de una “corrección de rumbo”.
La Corte Suprema se reunirá este viernes, como suele hacerlo en esta época del año, para considerar qué apelaciones escuchará en los próximos meses y cuáles denegará.
La apelación de Davis es uno de los muchos casos que los magistrados analizarán en esa reunión privada, y la Corte podría anunciar el lunes su decisión al respecto.
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También podría retener la apelación durante semanas, lo que suele ocurrir cuando uno o más magistrados quieren redactar una opinión sobre una decisión de denegar un caso.
Con información de Versión Final



