Hay algunas peculiaridades en la toma de estos medicamentos y, en el caso concreto de la bilastina, un antihistamínico de segunda generación.
Aunque la alergia puede darse en cualquier momento del año, ahora en la primavera son más frecuentes. Surgen muchas dudas en torno a la toma de antihistamínicos, los principales medicamentos que sirven para aliviar sus síntomas y aquí vamos a intentar resolverlas.
“Los antihistamínicos son unos medicamentos que bloquean el receptor de tipo 1 de la histamina, un neurotransmisor que actúa sobre muchos tejidos del organismo, y una molécula muy implicada en las reacciones alérgicas. Estos bloquean la posibilidad de que la histamina se una al receptor del tipo 1 y provoque los conocidos síntomas de la alergia como son el aumento en la secreción de lágrimas y de moco, el picor de la piel o de los ojos en la nariz, los estornudos, y la congestión nasal”, detalla a Infosalus en una entrevista el doctor Pedro Ojeda, médico especialista en Alergología.
A su vez, el también director de comunicación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) recuerda que los antihistamínicos se pueden tomar frente a distintas situaciones, reseñó Infosalus.
Síntomas alérgicos
“Si los tomamos para alergias a alérgenos ambientales hay dos modalidades, o bien hacerlo a demanda, cuando la persona tiene síntomas alérgicos se lo toma para disminuir la intensidad de los mismos; o se pueden prescribir de forma pautada, de forma que si yo sé que padezco una alergia intensa en una época del año, pues todos los días me tomo mi dosis para prevenir la aparición de síntomas; esto con respecto a alergias ambientales”, recalca, al tiempo que recuerda que también se encontraría el caso de las reacciones alimentarias, aquellas que tienen lugar tras haber ingerido un alimento.
Por otro lado, subraya que hay algunas peculiaridades en la toma de estos medicamentos y, en el caso concreto de la bilastina, un antihistamínico de segunda generación, señala que su absorción es mayor si se toma en ayunas. “La mayoría se pueden tomar con comida o en ayunas”, apunta el alergólogo.
Cuándo tomarlos
Sobre si es mejor tomarlos por la noche, como hasta ahora se pensaba, el doctor subraya que todo depende del tipo de antihistamínico que sea. Si se trata de uno de segunda generación, que apenas crean somnolencia, su indicación es tomarlos por la mañana, puesto que apenas tienen efectos secundarios.
Cuenta el doctor Ojeda que antes se aconsejaba tomar los antihistamínicos por la noche porque era más habitual la toma de estos medicamentos de primera generación, que en su caso sí generan somnolencia. No obstante, como ahora estos apenas se emplean y los más indicados son los de segunda generación, que más adelante veremos cuáles son, lo idóneo es tomarlos por el día.
¿Cuánto tarda en hacer efecto una pastilla?
Sobre el tiempo que tarda en hacer efecto este medicamento, el doctor Ojeda calcula que “lo mínimo” es en torno a unos 20-30 minutos, ya que el medicamento tiene que pasar al tracto digestivo, absorberse, para después distribuirse por el torrente sanguíneo y empezar a bloquear el receptor de la histamina.
Eso sí, valora que hay antihistamínicos por vía oral que se administran por vía epilingual (liofilizados orales), se trata de unos comprimidos de absorción rápida, y que en 15 minutos pueden hacer efecto; si bien este especialista en Alergología subraya que, generalmente, el efecto pleno tiene lugar a partir de la hora de haberlo tomado. Si se administran inyectados, el efecto es muy rápido, en unos 10 minutos ejercen su efecto de bloqueo de la histamina, apostilla.
Tipos de antihistamínicos
Por otro lado, el miembro de la SEAIC aclara que dentro de la gama de antihistamínicos disponibles haya unos que sean más potentes que otros. El doctor Ojeda señala que actualmente los que se emplean con mayor frecuencia son los de segunda generación (loratadina, ebastina, cetrizina, bilastina y rupatadina) por su mejor perfil de seguridad y por su posología, “más cómoda”, y que en líneas generales es una toma al día.
“Todos tienen el mismo nivel de eficacia, pero es importante destacar que no todos los pacientes responden de igual manera frente a los antihistamínicos. Algunos responden mejor a unos que a otros, no se sabe por qué; aunque generalmente todos los de segunda generación tienen efecto muy similar”, advierte.
Los más antiguos son los llamados de ‘primera generación’, la dexclorfeniramina (polaramine), y la hidroxicina (atarax). “Son muy potentes y generan más efectos secundarios, como la sequedad de las mucosas, o la somnolencia, y con más efectos secundarios que los de segunda generación, que suelen tolerarse mejor. La toma de uno u otro depende fundamentalmente de la respuesta del paciente al antihistamínico”, señala.
Sobre la cantidad máxima de antihistamínicos que puede tomarse al día para estar en forma segura es la posología de un comprimido al día en los de segunda generación; en el caso en concreto de la urticaria crónica, que necesita dosis altas de antihistamínicos, se puede llegar a cuadruplicar la dosis, pero siempre bajo prescripción médica.
Poco de somnolencia
Ahora bien, el experto de la SEAIC subraya que se pueden tomar a diario, “tienen un perfil de seguridad muy bueno“, pero siempre bajo prescripción médica. Aquí detalla que los principales efectos secundarios de los antihistamínicos de primera generación se encuentran la somnolencia, la sequedad de la piel y de las mucosas, y a veces pueden inducir a una retención urinaria; en los de segunda apunta que, en caso de provocar algún efecto, quizá un poco de somnolencia, si bien acentúa que no es lo habitual.
El doctor Ojeda llama la atención en este punto sobre el caso de los niños, en quienes dice que se puede producir el ‘efecto paradógico’ (lactantes, de hasta 2-3 años), y sobre todo los antihistamínicos de primera generación, que tras tomarlos a veces les produce agitación, nerviosismo.
Con información de: Versión Final