El presidente estadounidense, Joe Biden, y su predecesor, Donald Trump, protagonizaron un debate crucial que podría influir en las elecciones. En este enfrentamiento, Trump adoptó un tono más agresivo, mientras que Biden mostró dificultades para comunicar con fluidez y evidenció dudas, junto con problemas vocales.
En un plató de la CNN en Atlanta, sin audiencia ni apoyo de asesores o notas previas, el debate entre los dos candidatos permitió analizar sin interrupciones las fortalezas y debilidades de ambos.
Destacaron los momentos de vacilación de Biden, quien asistió al debate enfermo, y las muestras de burla de Trump cuando su oponente divagaba o dejaba frases sin concluir.
El tema de la inmigración fue especialmente conflictivo. Trump acusó a Biden de permitir la entrada de “criminales” y convertir a Estados Unidos en un lugar peligroso, una aseveración refutada por el presidente como “ridícula” y carente de respaldo en datos.
Ambos candidatos intercambiaron acusaciones intensas. Biden afirmó que votar por Trump era votar en contra de la democracia, mientras que Trump aseguró que la permanencia de Biden en el poder llevaría al país a la ruina, declarando que sería el mejor presidente en un segundo mandato.
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Trump rechazó cualquier implicación en el ataque al Capitolio de enero de 2021, pero Biden le recordó sus problemas legales, describiéndolo como alguien cuestionable moralmente.
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