Lo “woke” y el mal llamado “progresismo”, que originariamente se enfocó en los ideales de la búsqueda de “Justicia Social”, lamentablemente en nuestro criterio: naufragó de forma virulenta, violenta y sin recato alguno en la defensa a ultranza de anti-valores de la cultura occidental, como los movimientos pro LGBTQ+MPTNRDF (y disculpen el sarcasmo) y cuánta parafilia exista, como que si fuese normal, tratándose después de las siglas: LGB (hasta aquí normal) de trastornos psiquiátricos, según los manuales actualizados de la APA (Asociación Americana de Psiquiatra y Psicología); el horror del uso de pronombres de género neutro (he escuchado y leído cosas como “TODES”…¿qué vaina será esa? ) el feminismo (que es muy diferente a decirse: PRO MUJER), el supuesto activismo ecologista (dudo razonablemente de sus buenas intenciones), el hedonismo, el secularismo, el sincretismo y el anti-cristianismo (justo sería reconocer que la Iglesia Católica forjó en gran medida lo mejor del carácter cultural de hispanoamérica).
Siguiendo con la enumeración del atentado cultural que se vive, nos encontramos con lo permisible de las conductas juveniles, llegando a cometer actos punibles y generando seres hipersensibles psicológicamente, por aquello del mal entendido “derecho superior del niño y del adolescente”, creando individuos frágiles por una parte…pero también peligrosos para la sociedad en su conjunto, y la guinda de la torta (ahhh perdón, ahora dicen “pastel”, y les recuerdo que no es “ponquesito” es “cupcake”) el colmo del supuesto “derecho a abortar”, lo cual no es más que ponerse del lado de LA CULTURA DE LA MUERTE.
Son exactamente “desviaciones”, ese es el término correcto amigo…y ello necesita ser SANADO, con MÁS ➕ CULTURA DE LA VIDA, y ello implica el valorar la existencia humana de manera integral, con clara CONCIENCIA MORAL y sentido de la DIGNIDAD del SER humano, desde su concepción.
Rescatar lo mejor de la cultura occidental y haciendo LAS ADAPTACIONES correspondientes a los tiempos actuales, entendiendo la cultura de forma simple como todo aquello que hace el hombre, nos pondrá en sintonía con un sano y claro modelaje de identidades, desarrollo de personalidades sin complejos, respeto a la diversidad de creencias y credos, un ecumenismo convencido de la unidad teológica, de la hermandad y la paz, conservación de tradiciones y costumbres positivas, que refuercen la cohesión social (y no que nos separe) creando lazos o puentes de solidaridad… ¿una utopía? pues creo que sí, pero es aquí donde cito el parafraseo que hizo Galeano del cineasta Fernando Birri:
“LA UTOPÍA está en el horizonte, camino dos pasos, y ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos mas allá. Por mucho que camine nunca la alcanzaré
¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”
Caminemos amigos…caminemos hacia el rescate de lo mejor de la cultura occidental (desechando lo malo, lo impropio, lo no armonioso), y cultivemos valores perennes.
Con el afecto de siempre….