En un mitín electoral en Pensilvania, el ex presidente de EE.UU., Donald Trump (2017-2021), tuvo que ser evacuado de manera repentina tras ser atacado, siendo alcanzado por un proyectil en la oreja derecha.
Afortunadamente, fue retirado a un lugar seguro por su equipo de seguridad, confirmado por Anthony Guglielmi, jefe de comunicaciones del Servicio Secreto de EE.UU.
El presidente Joe Biden recibió un informe inicial sobre el incidente, expresando su alivio al saber que Trump estaba a salvo y envió su apoyo.
En un comunicado, Biden condenó la violencia e instó a la unidad nacional a rechazar estos actos.
Trump, según el portavoz de su campaña, está siendo examinado en un centro médico local y agradece la acción rápida de los servicios de emergencia.
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Lamentablemente, se reporta una víctima mortal entre los asistentes y la muerte del presunto agresor.
El incidente, que involucró al menos 12 disparos, se produjo mientras Trump discutía cifras sobre inmigración ilegal en los EE.UU.
Este suceso reaviva el debate sobre el control de armas en el país, donde los incidentes violentos son una preocupación constante.
Mientras la mayoría de los presentes se retiraba pacíficamente, algunos individuos intentaron agredir a los periodistas, siendo contenidos por la policía.
Figuras políticas, tanto demócratas como republicanas, han condenado al atentado, destacándose voces como las del ex presidente Barack Obama, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, el senador Bernie Sanders, entre otros.
Esta situación subraya la urgencia de abordar la violencia armada que afecta a la sociedad estadounidense.
Con información de Telesur
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