El presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, informó sobre la eventual conformación de una comisión que viabilice el diálogo y ponga fin a un paro nacional.
Un primer acercamiento se produjo el sábado entre el gobierno y la mayor organización indígena del Ecuador, confirmó el presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, quien informó sobre la eventual conformación de una comisión que viabilice el diálogo y ponga fin a un paro nacional que cumple su décimo tercer día.
La reunión se efectuó en iglesia Basílica, ubicada en el casco colonial de Quito, a la cual concurrió el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Leonidas Iza, acompañado de otros dirigentes sociales, así como el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, el canciller, Juan Carlos Holguín, y otros funcionarios del régimen, informó Saquicela en declaraciones a la prensa.
“No ha habido compromiso alguno, sino simplemente la decisión de la CONAIE… de consultar a sus bases la designación de una comisión para el inicio de este diálogo”, aseguró Saquicela y ratificó que “de parte del gobierno ha habido la apertura correspondiente”.
El titular del legislativo indicó que se trata de “un avance”, pues “hemos pedido que se bajen las tensiones, que se bajen los enfrentamientos mientras se da este diálogo y se encuentra una solución”.
Este anuncio se realiza mientras se espera que en la noche, durante una sesión virtual, la Asamblea Nacional conozca el pedido del bloque de oposición Unión por la esperanza (Unes), afín al exmandatario Rafael Correa, para la aplicación del artículo 130 de la Constitución que prevé la destitución presidencial por “grave crisis política y conmoción interna”. Se requieren 92 votos para aprobar dicha figura, con la cual varios bloques legislativos se han mostrado en desacuerdo.
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Horas antes, frente los manifestantes que se alojan en la Universidad Central, en el centro norte de la capital, el presidente de la organización indígena ratificó que “la lucha es de resistencia” y negó que el paro haya terminado.
“En lugar de meternos más miedo, más bien nos han levantado la rebeldía, la dignidad”, sentenció Iza, arengado por los asistentes, a quienes reiteró que llegaron a Quito con una propuesta y solo cuando haya sido contestada, concluirá la medida. Entre los diez puntos que reclama la organización constan la reducción de los precios de los combustibles, entre otras.
El dirigente dijo que no llegaron a la capital a cometer “vandalismo” y pidió pacificar el país para no enfrentarse entre hermanos, sin embargo, calificó como un “ataque brutal de violencia” el operativo con el que fueron desalojados el viernes de la Casa de la Cultura donde celebraban una asamblea popular y a la cual dijo retornarían para efectuar una minga y limpiarla, al igual que en los lugares donde son acogidos.
Iza señaló que para el fin de semana descansarán y pidió que se abran los pasos o corredores en las zonas de frontera interprovincial para dejar pasar los alimentos y abastecer a Quito, que enfrenta la escasez de los productos del campo.
En las inmediaciones del parque El Arbolito, la tarde del sábado se evidenció la presencia de manifestantes que se expresaban en medio de danzas, bailes y silbidos. Un importante contingente militar y policial se encuentra en el lugar, sin que hasta el momento se produzcan enfrentamientos.