El apagón de Venezuela vivido un 7 de marzo pero del año 2019 fue uno de los peores episodios de la crisis del país.
Cuando los venezolanos pensaban que no había nada peor que la confrontación política, las heridas abiertas de las protestas de 2017, hiperinflación y la delincuencia del país, ocurrió lo impensable.
El colapso del sistema eléctrico un día como hoy pero hace cinco años, el cual dejó a 23 de 24 estados del país sin luz por más de cuatro días seguidos.
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La causa del apagón fue una falla en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, mejor conocida como la represa del Guri.
Los ingenieros de diferente áreas aseguraron en ese entonces que el poco mantenimiento por falta de personal capacitado para mantener en pleno funcionamiento generó la caída de Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Asimismo, señalaron que la administración chavista cambió la matriz energética, haciendo que el potencial de las plantas termoeléctricas sea mayor al de las centrales hidroeléctricas.
Pero las fallas de combustibles y mantenimiento de éstas, aumentaron el riesgo de una falla en cadena.
Un mes de sombras luego del apagón de Venezuela
Cuando el Estado celebraba su supuesta victoria, el 25 de marzo ocurrió un segundo apagón donde otra vez quedó sin energía la mayor parte del territorio nacional, esta vez un total 16 estados, pero se logró restablecer en dos días.
El 29 de marzo en horas de la noche el país sufrió un tercer gran apagón, que duró más de 4 días y que afectó 23 estados.
Para el 9 de abril de ese mismo año, sucede un cuarto apagón en toda Venezuela.
Nicolás Maduro y su administración tras poner a funcionar nuevamente de forma continua la represa del Guri, aseguró que la falla fue un sabotaje a los motores de las turbinas de la hidroeléctrica.
Días después presentaron las «pruebas» de los daños.
El Presidente por la situación y no solucionar el problema reemplazó a Luis Motta Domínguez en ese momento Ministerio de Energía Eléctrica por Igor Gavidia (2019), este último tampoco duró mucho tiempo en el cargo ya que la crisis persistió.
Pero mientras el país seguía como un arbolito de navidad, Freddy Brito Maestre asumió el mando del problema hasta 2020 cuando fue remplazado por Néstor Reverol hasta la actualidad.
Luego de esto toda la estructura de mando de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y la represa quedaron militarizadas.
El problema sigue
Pero es que el apagón solo fue la como se dice de forma coloquial, la cereza del pastel, ya que las regiones desde años atrás venían soportando largas jornadas sin servicio eléctrico.
Pero los reportes llegaban tarde y la veracidad de los mismo se perdía.
Después del gran apagón y una mediana estabilidad, el Gobierno aplicó un plan de administración de carga, solo Caracas, capital del país, salía de la planificación.
Hasta la fecha se sigue manteniendo sobre todo en los estados del occidente, pero sin horarios establecidos que le permitan a la población por lo menos prepararse.
Mientras que estados como Carabobo, Aragua, Anzoátegui y Monagas, diariamente tienen reportes de largas jornadas sin luz.
Ciudadanos consideran deficiente el servicio
Rafael Armando Rodríguez, coordinador general del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) en una encuesta presentada el pasado mes de febrero detalló que los ciudadanos valoran de forma negativa los servicios públicos.
De 7.800 entrevistados 51 % considera estar insatisfecho por el producto final.
“En la última medición para el último trimestre de 2023, el servicio de energía eléctrica es el peor valorado por los ciudadanos y el que ha presentado mayor cantidad de fallas a nivel nacional”.
Tomando en consideración que 76,6% de los encuestados indican que el servicio es de mala calidad el que reciben. Por ejemplo, Caracas ahora maneja 54,2% de valoración negativa, conjuntamente con Porlamar con 39,3% y Barcelona con 30,3%”.
“Es importante destacar que cuando preguntas al ciudadano por qué lo valora de forma negativa. Su primera respuesta es porque tiene muchos bajones o tiene muchas interrupciones del servicio”, señaló.
Aseveró que ni siquiera la experiencia del apagón nacional vivido en 2019 había interpuesto las fallas de este servicio por encima del agua potable.
“Estábamos en 74%, es decir, que en este momento es el valor más alto. La frecuencia de apagones que reportan los ciudadanos ya está en 55%”.
Más de la mitad de los encuestados indican tener apagones todos los días, frente a 27,6% que indica tenerlo 1 a 6 veces a la semana.
Con información de 800 Noticias
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