El efecto Bukele en Centroamérica es cada vez mayor. Conoce el impacto y cómo la figura del presidente de El Salvador se convierte en referencia.
A principios del mes de febrero, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, fue noticia internacional.
Esto debido a la construcción de una “megacárcel”, nombrada por el mismo mandatario como el “centro de confinamiento al terrorismo” más grande de América.
¿Cuál es el impacto del “Efecto Bukele” en Centroamérica?
Ubicada en una parcela de 116 hectáreas, de las cuales 23 son pertenecientes a edificios de prisión, el ambicioso proyecto es catalogado por analistas y medios de comunicación como una de las cárceles más grandes del mundo.
Sin embargo, la construcción de la obra derivó en una profunda discusión acerca de los métodos utilizados por el gobierno de Bukele para disminuir los índices de violencia en el país centroamericano.
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Y a su vez las condiciones de hacinamiento dentro de las penitenciarías.
Asimismo, organizaciones internacionales como Human Right Watch (HRW) cuestionaron las miles de personas detenidas, entre ellos menores de edad, sin el debido proceso cumplido.
Denotan preocupación por la pérdida progresiva de las libertades individuales en el territorio salvadoreño desde la llegada del presidente Nayib Bukele, a mediados de 2019.
«La base de datos filtrada señala ‘graves violaciones a los derechos humanos’ cometidas durante el estado de emergencia», expresó Tamara Taraciuk Broner, directora interina de HRW para las Américas.
Estado de excepción
Dentro de las medidas tomadas por el gabinete de Bukele se encuentra un estado de excepción nacional el cual contempla tres vertientes principales:
La realización de arrestos sin órdenes judiciales, la reducción a la edad de responsabilidad penal de 16 años a 12 años y el hacinamiento en las instalaciones penitenciarias.
Cifras del último año
Más allá de las críticas a las formas jurídicas y policiales por parte de la comunidad internacional, los datos que confirman una disminución drástica de las tasas de homicidio desde 2015 hasta la fecha son tangibles.
Lo anterior se desprende del ministerio de seguridad de El Salvador y los diversos entes internacionales sobre índices de paz regional en Centroamérica.
Honduras y la apuesta al «modelo Bukele”
Para el último trimestre de 2022, Honduras implementó un plan similar al de El Salvador en los últimos años para controlar el auge de las maras y carteles que hacen vida en el país.
Entretanto, la actual mandataria, Xiomara Castro, impulsó un estado de excepción en casi la mitad del país que contempla medidas taxativas para controlar los delitos en el país.
Por su parte, algunos expertos y analistas hondureños señalan que las medidas en El Salvador generan una movilización de bandas delictivas al territorio hondureño.
Por lo cual el Estado se ve en la necesidad de tomar medidas radicales para contener la llegada de criminales al país.
Sin embargo, Ana María Méndez-Dardón, directora para Centroamérica en WOLA Oficinas de Asuntos Latinoamericanos en Washington, hace mención al hecho de:
«Limitar derechos constitucionales supone un riesgo enorme de que ocurran violaciones de derechos humanos como detenciones arbitrarias y se cometan abusos de autoridad».