La historia de Disney se cuenta sola a partir de sus clásicos animados. El viaje, lleno de personajes entrañables que han sabido robarse el corazón de niños y adultos.
Ha estado marcado por la dominación y un prominente y astuto plan de negocio que ha sabido crear necesidades.
El sueño, como anhelo anclado a la magia pero vinculado a la manipulación de mentes y control comercial, ha logrado que en 100 años esta empresa sea dueña del negocio del ocio.
Películas, parques de atracciones, fundaciones, centros de formación, canales de TV y plataformas de streaming dan cuenta de su alcance y hegemonía.
Disney como imperio se ha fortalecido, además, a partir de la compra de otras franquicias y empresas de entretenimiento, sobre todo en los últimos 20 años. Muchas de las cuales, sin músculo económico para hacerle frente a este gigante con cola y orejas de ratón, han tenido que estrecharle la mano y ser absorbidas ante su avance de conquista. Al controlar la oferta es su mensaje el que se impone.
Este, lunes 16 de octubre, la empresa creada por Walter Elias Disney celebra su centenario con un gran poder en sus manos.
Pese a ello, muchos no saben que Walt asistió a la Primera Guerra Mundial, como chofer de una ambulancia en Francia.
O que fue a su regreso a Estados Unidos que fundó, en Los Ángeles en 1923, junto su hermano Roy: Disney Brothers Cartoon Studio.
Disney: más datos reveladores
Si bien el emprendimiento inició en un garaje, el éxito le sonreiría en 1928 con “Steamboat Willie“. Se trató del primer corto animado (7:42 minutos) protagonizado por Mickey Mouse.
La fascinación por las aventuras de este roedor, que para entonces sorteaba problemas en medio de exagerados movimientos y reacciones, lograría que aquel sueño se materializara.
Poco a poco, sus cortos animados en blanco y negro -con música y efectos de sonido solamente- impulsarían la popularidad de Minnie, Mickey, El capitán Pete y El Loro.
El avance de Hollywood salpicaría a estas producciones abriendo el abanico de los diálogos y sumando personajes e historias. Goofy, Pluto, Donald, Daisy, Clarabella e Isidro, protagonizarían más adelante.
La que marcó pauta
No hay que ser erudito para darse cuenta que Blancanieves proporcionó la base para todas las princesas, más tarde “heroínas”, que le seguirían la pisada.
Su linaje real, su rol de víctima, su gran belleza, su cariño a los animales y su melodiosa voz la volverían un modelo calcado desde entonces.
Con los años estas mujeres en general blancas, con rasgos caucásicos y novios igual de blancos y bellos que ellas, se verían obligadas a abrir las puertas del castillo (entendiendo esto como la monarquía animada) a otras razas. Algo que tardaría bastante, eso sí, se replicaría en bajísimo porcentaje y sería a cuenta gotas tras sembrar arraigadas ideologías que les harían el feo.
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Lo mismo pasaría con la cacareada y patentada idea de que para triunfar se necesita a un hombre o que no hay mayor poder que el de un beso de amor. Pues en las primeras épocas el imperante machismo y rol sumiso de la mujer sería patentado incluso en producciones infantiles como estas.
Con información de Últimas Noticias
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