El candidato presidencial dijo que la guerrilla le pidió 7.500 millones de pesos (casi 2 millones de dólares de hoy) por la liberación de su hija, que en esa época tenía 23 años de edad.
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) aseguró este jueves que no tiene registros de haber secuestrado a Juliana Hernández Olivero, hija del candidato presidencial colombiano Rodolfo Hernández que desapareció en 2004 en el departamento de Norte de Santander (fronterizo con Venezuela).
«Después de hacer las indagaciones respectivas le informamos al país que nunca tuvimos retenida a Juliana Hernández Olivero, hija adoptiva de Rodolfo Hernández, quien según él desapareció en el 2004 en la región de Ocaña, Norte de Santander», detalló el ELN en un comunicado publicado en su página web de difusión.
El candidato independiente populista, que disputará la presidencia de Colombia en la segunda vuelta de las elecciones contra el izquierdista Gustavo Petro el 19 de junio, ha asegurado en diversas ocasiones que a su hija «la secuestró el Ejército de Liberación Nacional en 2004».
«Llevamos 18 años, hasta el año pasado, buscándola, y la mataron, la asesinaron», expresó Hernández en una entrevista con Blu Radio en febrero.
ELN asegura que no tiene responsabilidad en este caso
En esa línea, el ELN aseguró que ninguna de sus «estructuras en la región tiene responsabilidad directa ni indirecta en este caso, es falso que ella hubiese desaparecido o muerto en manos del ELN».
«Nunca nos comunicamos con Rodolfo Hernández para solicitar dinero por su liberación porque ella no estaba con nosotros, ni teníamos informaciones al respecto», añadió la guerrilla, que señaló como hipótesis que quizás «alguna banda» haya pedido dinero a la familia por la liberación «utilizando el nombre del ELN».
Al respecto Hernández ha dicho que la guerrilla le pidió 7.500 millones de pesos (casi 2 millones de dólares de hoy) por la liberación de su hija, que en esa época tenía 23 años de edad.
El candidato contó en la entrevista con Blu Radio la razón por las que decidió entonces no pagar el rescate de su hija: «Previamente habían secuestrado a papá, lo tuvieron 135 días y me tocó pagar. En el caso de la hija, en una reunión familiar, mi mamá dijo: ‘no pague a ver que pasa’ y la mataron».
Con información de: El Nacional