Las 12 familias que integran el sector Campo Alegre, en los Médanos de Coro, manifiestan que se siente huérfanos de gobierno al no obtener respuestas a sus problemas.
La integrante del consejo comunal que pertenece a la comuna ecoturística Médanos de Coro, Eglendys Chirinos, manifestó que padecen por la electricidad y el agua potable.
Con relación al primer ámbito sostuvo que las guayas del sistema eléctrico ya cumplieron su vida útil y requieren ser sustituidas.
“Se revientan las guayas por el salitre, las ráfagas de viento y por el tiempo que ya tienen, las dunas de los Médanos están muy cerca”.
Explicó que para restituir el servicio eléctrico, el liniero de Corpoelec tiene que empatar y hacer nudos en los cables.
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La última avería la tuvieron a finales de la semana pasada y esperaron por cuatro días sin electricidad hasta que atendieron a su llamado.
Aunque lograron restablecer el servicio el miércoles por la noche, el jueves en la mañana se volvió a caer.
“Agradecemos al único trabajador de Corpoelec que se apersonó a la zona para ayudarnos, pero la solución debe ser más contundente”.
Recalcó que este circuito eléctrico integra las instalaciones del Comando de la Guardia Nacional y las del peaje.
“Ahora el peaje compró una planta y no les afecta el problema de la luz, pero si ellos generan recursos podrían invertir en mejorar el tendido para que todos nos beneficiemos porque hasta los postes son escasos”.
Argumentan que debido a la reactivación del peaje existe una mayor carga eléctrica sobre el sistema por lo que necesitan de unos dos transformadores de 50KVA.
En este caso, el productor y criador caprino, Daniel Ventura, agregó que las guayas están muy cerca de las dunas y han perdido animales que se quedan electrocutados.
“Esto es un riesgo por lo que pedimos al gobernador Víctor Clark; al alcalde Henry Hernández, a Corpoelec, a todos a quienes compete para que se aboquen a darnos solución y garantizar nuestro vivir bien”.
Capo Alegre también padece por el agua potable
Chirinos aseguró que el suministro de agua potable también tiene sus dificultades en la zona.
Pues a pesar de que están incluidos en el cronograma de suministro y le corresponde cada 21 días, siempre se tardan un mes y no dejan la cantidad de litros establecida.
“A veces dejan entre 500 a 100 litros para que nosotros la estiremos lo más que podemos y si no hay nadie en la vivienda, echan solo un poco de agua, se toman la foto y se van”.
Ventura aseguró que este problema también afecta la cría de animales y el aporte a la actividad económica local y su sustento.
“Nos piden que debemos darle el gasoil para que lleguen hasta acá, y debe ser completo, lo que se nos dificulta porque no tenemos camiones para ir a la bomba a buscar, nos las ingeniamos para cumplir”.
Hacen un llamado al presidente de la Hidrológica, Alí Cardenal Primera, a que tome cartas en el asunto y les envíen más a menudo el preciado líquido ya que hay niños y adultos mayores en la comunidad.
Aseguran que cuando reciben de la bendición del cielo aprovechan para llenar sus reservas y así tener un poco de holgura para las actividades diarias y aseo personal.
A su vez informaron que tiene un proyecto para la adaptación de una tubería desde el acueducto matriz ubicado en la Coro-Punto Fijo que ya está cargado en el sistema Sinco pero no ha sido aprobado.
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