Los habitantes de Ciudad Federación en Punto Fijo tienen 12 años participando en la fiesta diocesana.
Desde hace exactamente 18 años, la familia Rivas honra a Jesús de la Divina Misericordia con la celebración de la palabra en su residencia, con el propósito de agradecerle a Dios todas las bendiciones que reciben.
Alrededor de 50 personas de la comunidad de Ciudad Federación, en el municipio Carirubana del estado Falcón, asistieron a la actividad católica que se realiza desde hace 12 años en la casa de la señora Carmen Rivas.
La familia Rivas tiene 18 años realizando la actividad. Esta tradición inició en diferentes direcciones del centro de Punto Fijo donde vivían anteriormente, pero desde hace 12 años la mantienen en Ciudad Federación.
Carmen Rivas afirma que es una mujer muy agradecida a Jesús de la Divina Misericordia. Recuerda que cuando niña vivía en condición de pobreza extrema junto a su familia, pero Dios nunca la abandonó.
Puedes leer: EN HONOR A LA DIVINA MISERICORDIA CAMINÓ LA FELIGRESÍA EN PUNTO FIJO
Él siempre estuvo allí supliendo sus necesidades. Es por ello que, al pasar de los años, la manera de agradecerle a Jesús de la Misericordia toda su bondad, es honrándole con la celebración eucarística en su residencia, además de compartir sus bendiciones con los asistentes y los más necesitados.
Misa en honor a Jesús de la Divina Misericordia
El párroco de la iglesia Virgen del Carmen, ubicada en el sector El Cardón, Argenis Ríos, ofició la misa en honor a Jesús de la Misericordia. La comunidad católica en Venezuela celebra esta fiesta diocesana el segundo domingo de Pascua.
En su intervención, el presbítero invitó a agradecer a Dios las bendiciones que reciben a diario desde que comienza el día. Es una manera de reconocer la humildad y el amor que tenemos en el corazón, dijo.
Compartir entre los asistentes a la eucaristía
Glenys Medina, hija de Carmen Rivas, apoya a su madre todos los años para realizar la eucaristía y el compartir con todos los asistentes.
Detalló que toda la comunidad se aboca para ayudar. Sus hermanos, quienes están fuera del país, también las bendicen para ayudar a los más necesitados.