El sector público de Gran Bretaña está exigiendo un aumento de salario, pero el gobierno alega que el ajuste puede influir en la inflación.
Miles de empleados de enfermería se fueron a la huelga el miércoles en Gran Bretaña en una nueva protesta salarial. Esto forma parte de una oleada de paros que no tiene visos de terminar. Han elevado la presión sobre el saturado sistema de salud pública británico.
Los dos paros de 12 horas convocados para el miércoles y el jueves afectan a casi una cuarta parte de los hospitales y clínicas de Inglaterra. Las urgencias y el tratamiento del cáncer se mantendrán, pero es probable que se aplacen miles de citas y procedimientos.
Con nuevos paros del sector de enfermería anunciados para febrero —a los que se sumarán los empleados de ambulancias—. El gobierno conservador sufre presiones crecientes para dejar de oponerse a los aumentos salariales.
Personal de enfermería y ambulancias, conductores de trenes, personal de aeropuertos y correos y conductor de autobuses han realizado paros en los últimos meses para exigir aumentos en medio de la crisis del costo de la vida.
La inflación en el Reino Unido alcanzó el 11,1% en octubre. El nivel más alto en 41 años, impulsada por los precios de energía y alimentos, antes de bajar levemente a 10,5%.
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El gobierno sostiene que aumentos salariales de doble dígito para el sector público provocarán un aumento aún mayor de la inflación.
“Aumentos inasequibles de salarios significarán recortes a la atención de pacientes. Provocarán un aumento de la inflación que nos empobrecerá a todos”. Escribió el secretario de Saluid, Steve Barclay, en el diario The Independent.
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, acusó al gobierno de presidir un “caos letal” en el Servicio Nacional de Salud estatal. Cuando muchos enfermos deben esperar horas para que lleguen las ambulancias en casos de emergencia.
El primer ministro Rishi Sunak dijo que el sistema de salud enfrenta “retos sin precedentes”. Pero que el gobierno está gastando dinero adicional para aliviar la presión, pero no se refirió a los reclamos de aumentos salariales.