A los 55 años, Jennifer López continúa siendo una fuerza imparable en la música y el baile, forjando su disciplina hacia la leyenda.
En sus ensayos diarios, que van de 4 a 12 horas, según la intensidad de sus proyectos, se revela su compromiso incansable.
Puedes leer: Pixar confirma Coco 2, con estreno previsto para 2029
Durante la preparación de su gira Up All Night, se sorprendió con coreografías complejas, derrochando energía en videos de Instagram que dejaron muchos boquiabiertos.
Su coreógrafa principal, Johanna Sapakie, destacó la perfección de JLo en cada paso, llevándola a repetir movimientos hasta lograr fluidez y potencia.
Esta determinación implacable la impulsa a la excelencia, como menciona Sapakie: «Ella no tolera la mediocridad. Si un giro no es perfecto, lo repite cincuenta veces. Esa obsesión es su clave para brillar».
Pero su rutina va más allá de los ensayos. Para mantenerse en forma, JLo combina baile con entrenamiento de fuerza, yoga y cardio, junto a una alimentación impecable basada en proteínas magras y sin alimentos procesados.
Su entrenador personal, David Kirsch, resalta que su secreto no es solo la cantidad de horas invertidas, sino la calidad.
«Jennifer entrena con una intensidad envidiable. Desde correr escaleras para fortalecer sus piernas hasta ejercicios abdominales de oblicuos para definir su core».
Jennifer López
Esta dedicación la capacita para realizar coreografías desafiantes, como las del controvertido concierto en Tenerife, donde bailaron más de dos horas con movimientos sensuales y acrobáticos. Este enfoque constante no es nuevo.
Para su papel en Hustlers, JLo instaló barras de pole dance en sus casas y practicó durante semanas, a veces hasta 12 horas al día.
Su compromiso se reflejó también en su preparación para el Super Bowl LIV junto a Shakira, ensayando meses enteros con jornadas agotadoras.
Su equipo destaca, sobre todo, su mentalidad. Jennifer considera el baile su «primer amor» y una vía de expresión que la conecta con lo más profundo de su ser.
Hoy en día, su legado va más allá de los logros musicales, siendo un ejemplo de ética laboral que inspira a las nuevas generaciones de artistas, demostrando que la edad no limita cuando existe disciplina y pasión por el arte.
En sus propias palabras: «En el baile encuentro mi libertad y fuerza».
Para mantener este legado, horas incontables de esfuerzo y dedicación son esenciales.
Con información de la Revista Ronda
Otras noticias de interés