La máxima condena fue recibida por el sargento mayor de tercera de la GN Luis Alexander Bandres, exactamente 15 años y nueve meses.
Finalizó la audiencia de los 24 sargentos involucrados en la sublevación militar que se llevó a cabo en febrero del 2019 en el comando de la Guardia Nacional, ubicado en el sector Cotiza de Caracas, y que les generó penas de entre siete y poco más de 15 años de cárcel.
La máxima la recibió el sargento mayor de tercera de la GN Luis Alexander Bandres, exactamente 15 años y nueve meses, según señaló el director de la ONG Foro Penal, Alfredo Romero, quien destacó en Twitter que las graves torturas, que sufrió durante su detención antes del juicio y denunció en varias ocasiones, no las consideró ni investigó el tribunal.
Señala la web de Tal Cual que Bandres habría liderado este alzamiento ocurrido en enero de 2019, así como encabezado los vídeos que publicaron en redes sociales los militares para informar sobre su decisión.
Delitos imputados
El sargento terminó acusado de los presuntos delitos de traición a la patria, instigación a la rebelión, motín, desobediencia, sustracción de efectos pertenecientes a las Fuerzas Armadas Nacionales y ultraje a las Fuerzas Armadas. En marzo de 2020, se le trasladó a cárcel de La Pica, en Maturín, estado Monagas. Sus familiares denunciaron que resultó objeto de castigos en varias oportunidades, en lapsos que varían entre una semana y varios meses.
Al cierre de las declaraciones, la esposa de Bandres, Sandra Hernández, publicó en redes sociales la declaración del sargento: “Si este tribunal decide sentenciarme injustamente, pese a mi inocencia ante las afirmaciones infundadas hechas en esta sede de justicia, sepan con el debido respeto, que juré y ofrendé mi vida a la nación, aunque mi tumba sea una celda de una cárcel”. Aclaró que sus acciones solo respondieron a su “juramento a mi amada patria”.
Asimismo, Alfredo Romero informó que los otros 23 sargentos que participaron en esta sublevación fueron sentenciados a siete años y nueve meses de prisión.
La sublevación de 2019
La sublevación militar que generó esta condena se produjo el lunes 21 de enero en el comando de la GNB de San José de Cotiza, cerca de las 2:50 de la mañana. Inmediatamente, las Fuerzas Armadas tomaron el lugar y llevaron a cabo la detención de los participantes.
Un mes después de la detención, el jueves 21 de febrero del 2019, el presidente del Foro Penal, Alfredo Romero, informó que los 24 funcionarios de la Guardia Nacional detenidos en Cotiza, se estaban convirtiendo en víctimas de torturas para obligarlos a inculpar a dirigentes de oposición por su acto de sublevación.
En rueda de prensa, la ONG señaló que después de su detención los efectivos permanecieron desaparecidos por más de ocho días. Lo único que se conocía es que les habían arrestado funcionarios de la Dirección Nacional de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en cuya sede, en Boleíta, permanecieron varios días hasta su distribución en distintos centro de reclusión: 10 de ellos, terminaron trasladados a Fuerte Tiuna y el resto, a Ramo Verde.
Además, llama la atención que, durante el alzamiento militar, los efectivos no hirieron a nadie, no alzaron sus armas para causar algún daño y se entregaron de manera pacífica.