El “dólar negro” se dispara en Venezuela y con ello se reavivan los temores de un repunte de la inflación y el recuerdo de los peores años de la crisis económica que forzó a migrar a millones de venezolanos.
Mientras reina la incertidumbre por el recrudecimiento de las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela, la cotización del dólar rompió esta semana la barrera de los 100 bolívares en el mercado paralelo que nació a la sombra de un férreo control cambiario que estuvo vigente por 15 años.
La tasa oficial, en contraste, es de 69,5 bolívares por dólar. La brecha entre ambas cotizaciones, que bordea el 50%, genera presión sobre los precios, mientras las autoridades obligan a los comercios a regirse por el cambio oficial bajo amenazas de cierres y multas.
Ya había comenzado a abrirse en el segundo semestre de 2024, rondando 20%, pero el fenómeno se agravó tras la decisión de la administración de Donald Trump de suprimir la licencia a la petrolera estadounidense Chevron para operar en Venezuela pese a las sanciones, coinciden expertos. La compañía energética tiene plazo hasta el 27 de mayo para permanecer en el país caribeño.
«El anuncio» de la salida de Chevron «generó de inmediato una inquietud muy grande», dice a la AFP César Aristimuño, director de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados.
Ello derivó en un aumento de la demanda de dólares, con los venezolanos buscando cubrirse las espaldas, en un momento en el que la oferta en el mercado formal ha disminuido. «Hoy tenemos una demanda que excede muchísimo la oferta», apunta Aristimuño.
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«Nos está afectando», lamenta Darwin Contreras, de 40 años, vendedor en una tienda de ropa en Caracas. «Aumenta la comida, aumenta todo».
«Es algo insoportable», añade este hombre, que rememora la grave crisis vivida durante los ocho años de recesión que encadenó este país entre 2013 y 2020, en los que la economía se redujo 80% y los venezolanos remaban contra la hiperinflación, que llegó a 130.000% en 2018, y una aguda escasez de alimentos y medicinas.
“Efecto Chevron“
Con el fin de dar estabilidad a la tasa oficial, el gobierno inyecta periódicamente dólares en el mercado cambiario.
Solo en 2024 fueron colocados 5.000 millones de dólares, según datos de Aristimuño Herrera & Asociados. Las llamadas «intervenciones cambiarias», sin embargo, han caído para ubicarse de acuerdo con esta firma en 634 millones de dólares en 2025 frente a los 934 millones que sumaban a estas alturas en el año anterior.
En ese contexto, llegó el anuncio del fin de la licencia a Chevron, así como la amenaza de Washington de imponer aranceles a los compradores de crudo venezolano.
Aristimuño cree que la violenta alza del dólar paralelo es «coyuntural», producto de lo que denomina «efecto Chevron».
«Chevron es uno de los proveedores importantes de divisas (…), que fortalecía y complementaba de una u otra manera las divisas que viene dando el Banco Central de Venezuela (BCV) vía intervención cambiaria», explica.
Un 25% de la producción petrolera venezolana, actualmente alrededor de los 900.000 barriles diarios, proviene de las operaciones de Chevron, según estimaciones privadas.
Con información de Banca y Negocios