Al menos 10 personas murieron y 14 resultaron heridas este jueves en un incendio que consumió en poco tiempo un edificio de 14 plantas y se extendió a otra edificación vecina en la ciudad española de Valencia.
Con los expertos apuntando como posible causa a su revestimiento inflamable, mientras los servicios de emergencia buscan a 20 personas desaparecidas.
Las llamas iniciaron en el cuarto piso de un edificio y eran de tal intensidad que prácticamente impedían a los bomberos acceder a su interior, según explicó Jorge Suárez Torres, subdirector de emergencias de la región de Valencia, que evitó especular sobre si había más fallecidos.
Al ser interpelado sobre desaparecidos, el responsable se limitó a responder que se estaba “trabajando con los familiares” para confirmar si es el caso.
De los 14 heridos, al menos 6 eran bomberos, y 2 fueron dados de alta en el lugar, pero doce “han sido trasladados a diferentes centros hospitalarios”, informó el servicio de emergencias regional valenciano 112.
No se precisó si las heridas que sufren son graves, pero un parte inicial hablaba de fracturas, quemaduras en las manos e inhalaciones de humo.
Drones localizaron cuerpos
Según medios españoles, la localización de los cadáveres fue posible mediante drones, y Suárez explicó que los bomberos únicamente podían trabajar desde el exterior del edificio.
“No se puede indicar de momento cuando se va a poder entrar dentro de la estructura”, así que de momento “el objetivo es continuar enfriando”.
El siniestro se declaró a las 17H30, en el cuarto piso de este edificio del barrio de Campanar, de dos bloques pegados y 138 apartamentos, construido hace poco más de una década, y se propagó a una velocidad increíble por la fachada, según coincidieron los testigos entrevistados por medios españoles.
En declaraciones a la televisión regional valenciana A Punt, la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, Esther Puchades, atribuyó la voracidad del incendio a un revestimiento de poliuretano en la fachada, un material muy inflamable.
El fuerte viento que afectaba a Valencia, con rachas de entre 50 y 60 km/h en el momento del incendio, según la agencia meteorológica española (Aemet), dificultaba mucho las tareas de extinción.
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Un habitante de la zona explicó que la construcción ardió a una velocidad increíble: “Era como si el edificio fuera de corcho”, describió.