Los conservadores ganaron el domingo las elecciones generales en España, pero Pedro Sánchez podrá seguir gobernando, si logra alguna coalición. Esto abre un periodo de incertidumbre y negociaciones que podría arrojar varios escenarios.
Con más del 99% de las boletas contabilizadas, los dos principales partidos afianzaban su posición dominante en el parlamento, aunque no alcanzaban los 176 escaños que otorgan la mayoría. A la vez, presentaban sus credenciales para liderar el nuevo gobierno, al que deberán llegar por medio de coaliciones.
El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo obtenía 136 escaños, un notable incremento con respecto al discreto resultado de hace cuatro años, cuando sacó 89. Los socialistas sumaba 122 representantes, dos más que en 2019.
La formación de ultraderecha Vox repetía como la tercera fuerza más votada con 33 escaños, un notable descenso con respecto a los 52 de la última legislatura. El nuevo movimiento de izquierdas Sumar, que aglutina a 15 formaciones más pequeñas, acumulaba 31 diputados.
En este escenario, Sánchez tendría más aliados a los que recurrir para forjar una coalición de amplio espectro. En la que entrarían en juego partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes. El bloque que respaldaría a la izquierda sumaría 172 escaños, frente a los 170 con los que contaría la derecha.
El abanico de posibilidades de Pedro Sánchez
La fragmentación del voto podría dar al partido independentista catalán Junts la llave de un posible gobierno de Sánchez.
“No haremos presidente a Pedro Sánchez a cambio de nada”, dijo Miriam Nogueras, líder de la formación, en la noche electoral. Junts es la formación de Carles Puigdemont, el expresidente regional catalán y legislador europeo que está considerado un prófugo en España tras el fallido intento secesionista de 2017.
Si las negociaciones fracasan, el bloqueo político podría derivar en la convocatoria de nuevas elecciones a final de año.
“España ha sido bien clara. España y todos sus ciudadanos que han votado han sido meridiana y rotundamente claros. El bloque evolucionista de retroceso, que planteaba una derogación total de todos los avances que hemos logrado durante estos últimos cuatro años, ha fracasado”, dijo un pletórico Sánchez ante los militantes socialistas que esperaban en el exterior de la sede del partido en Madrid.
Sánchez, con un historial de victorias electorales contra pronóstico a sus espaldas, podría sumar una más a su cuenta. Tras la contundente derrota de los socialistas en los comicios municipales y regionales de mayo, Sánchez adelantó las elecciones previstas para diciembre en una decisión que sorprendió a sus rivales políticos.
La derecha también tiene posibilidad
Si la coalición conservadora prospera, abriría la puerta del gobierno a la ultraderecha por primera vez desde el final de la dictadura de Francisco Franco en 1975.
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Esta opción supondría el giro a la derecha de otro socio de la Unión Europea, tras los vistos recientemente en Suecia, Finlandia e Italia. Países como Alemania y Francia están preocupados por lo que podría suponer ese giro en la política migratoria y ambiental de la UE. Los dos principales partidos de izquierda de España son partidarios de la cooperación europea, y lo mismo ocurre con el PP, mientras que Vox está en contra.
España acababa de iniciar su turno en la presidencia rotatoria de la UE. Sánchez esperaba utilizar ese semestre para mostrar los avances de su gobierno, pero una derrota en las urnas podría ceder las riendas del mandato al PP.
Con información de Associated Press
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