El antibiótico es un medicamento que combate las infecciones tanto en personas como en animales. Es una sustancia química producida por un ser vivo y que mata o impide el crecimiento de ciertas clases de microorganismos sensibles que pueden afectar la salud.
En este sentido, cuando de frenar el desarrollo de procesos infecciosos se trata, se recurre a esta medicina por su acción bacteriostática. No obstante, su consumo es de riesgo, por lo que es cada vez más frecuente exigir los récipes médicos al momento de la compra.
La cebolla, un antibiótico natural
Este alimento es un antiinflamatorio, antioxidante y antibiótico natural, y lo mejor es que se puede consumir en ensaladas, guisos, hasta en batidos.
Para aprovechar al máximo sus propiedades medicinales solo basta con preparar un jarabe de cebolla y añadir miel. También se puede picar un cuarto de cebolla y tomarlo con agua, o sencillamente, se consumir con alguna comida.
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Esto ayuda a cortar el resfriado y combatir las infecciones, sobre todo las respiratorias, por su alto contenido de vitamina C.
De igual manera, este alimento posee pequeñas moléculas de hidratos de carbono que contribuyen a mantener y mejorar la salud gastrointestinal.
Con información de 2001
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