¿Sabía usted que el consumo de Omega-3 o ácidos grasos poliinsaturados esenciales disminuye el riesgo de cáncer de mama, cáncer de útero y próstata?
De acuerdo al doctor Xavier Pintó, especialista en Medicina Interna en Barcelona (España) y experto en Omega 3, hay estudios que así lo certifican, tanto en observaciones realizadas en mujeres como en hombres que disminuyeron su riesgo de cáncer.
El especialista asegura que el consumo de estas grasas refleja efectos beneficiosos sobre muchas áreas de la salud.
“Su efectividad hace que regule los niveles de triglicéridos, la frecuencia cardíaca, el colesterol de la sangre y la presión arterial”, comenta Pintó.
“La prevención cardiovascular no es una opción, es una obligación para tener una mayor y mejor calidad de vida”, precisa.
Lamentablemente, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en el mundo.
A la vez, estudios demuestran los efectos de este ácido graso sobre el corazón, la función cerebral, la vista y hasta en mujeres embarazadas o en período de lactancia, debido a sus máximos exponentes que son el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA).
Omega 3: recomendado en el caso de:
Arritmias, se recupera el ritmo cardíaco.
- Función autonómica, el corazón va más relajado.
- Presión arterial, se regulariza.
- Mejora el funcionamiento endotelial (tejido interno de las arterias)
- Mejora las placas de ateroma que cuando se rompen provocando una trombosis.
- Mejora el metabolismo de las grasas y de la insulina.
- Disminuye la aparición de los tejidos fibrosos en las arterias.
- Disminuye los triglicéridos.
- Reduce la inflamación arterial y mejora la vascular.
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Omega 3: dónde conseguirlo
Se encuentra comúnmente en algunos pescados, vegetales y semillas. Cuanto más graso es el pescado, más Omega-3 contiene. Generalmente son de aguas profundas y frías. La sardina tiene el mayor porcentaje de este. Otros ricos en este ácido graso son el atún, anchoa y salmón, entre otros.
• Los especialistas recomiendan incluir en la dieta el consumo de por lo menos dos proporciones de pescado a la semana, así como la ingesta de frutos secos (nueces o avellanas), espinacas, repollo, lechuga y brócoli.
• Los aceites recomendados para el consumo son el aceite de Oliva, el de Soja y Canola. Es importante tener presente el tipo de grasa que consumimos, ya que ellas se incorporan al colesterol y a los triglicéridos.
• A la mujer embarazada y en período de lactancia se le recomienda comer también dos raciones de pescado a la semana, porque favorece el desarrollo cerebral del bebé. No es recomendable comer sushi o sashimi cuando se está embarazada para evitar el riesgo de intoxicaciones o infecciones debido a los parásitos que puede tener el pescado crudo.
Con información de Últimas Noticias
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