Freddy Sánchez es un violador detenido el fin de semana pasado, acusado de abusar sexualmente de siete niños.
Sus familiares, en venganza, decidieron atacar a dos de las familias que decidieron declarar en contra de él.
Aunque Sánchez se suicidó en el interior de los tribunales penales de Punto Fijo, para evitar la justicia, sus familiares emprendieron la venganza.
El hecho ocurrió en el sector Monche Weffer de Villa Marina del municipio Los Taques, al nororiente de la Península de Paraguaná.
No conformes con atravesar el terror, la impotencia y el dolor de haber caído en las redes de un violador en serie, las víctimas también enfrentaron la ira de los familiares.
Los implicados
Se conoció a través de información emanada del director nacional del Cicpc, Comisario jefe Douglas Rico, que los individuos quemaron las viviendas de los denunciantes.
Rico detalló que una comisión de la Delegación Municipal Punto Fijo, realizó la detención de seis personas, por atentar contra una familia y quemar sus viviendas.
Los detenidos admitieron que el ataque surgió por la detención de Sánchez bajo los cargos de abuso sexual y estos, tomaron represalias en su contra por haber denunciado el hecho.
Los detenidos fueron Jorge Luis Díaz Diaz (37), Nilsia Josefina Diaz Perez (63), Suandy Josefina Sánchez Díaz (40), Carlos Luis Urbina Weffer (44) y Neydi Mercedes Sanchez Díaz (45).
La sexta detenida es Rosymar Del Valle Guardia Díaz (28), quien tiene registros por lesiones, junto a Raúl Sánchez y Freddy.
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Todos en complot procedieron a incinerar las viviendas de los familiares de dos menores de edad, que habían sido abusadas sexualmente por Freddy Enrique Sanchez Díaz (37).
Este quedó capturado el pasado 8 de julio.
Es de recordar que Sánchez Díaz se quitó la vida en los calabozos de los tribunales el pasado 10 de julio, cuando sería presentado.
Con esta reacción los detenidos y las personas en fuga, procedieron a quemarles la vivienda a los denunciantes.
Tras la detención de los victimarios en la zona, se les incautó un recipiente contentivo de combustible, un arma de fuego tipo escopeta, un facsímil de arma de fuego y una capucha.
Lo que evidencia que estos se dedicaban a cometer diversos hechos criminales en el sector generando zozobra.
Una historia inverosímil
Se pudo conocer que, el violador, valiéndose de ser vecino de las niñas y al verlas vulnerables, se aprovechó del fallecimiento de su madre producto de una enfermedad.
Y cometió su aberrante delito cuando se realizaba el sepelio de la mujer.
Ese fue el momento cuando tomó por la fuerza a la niña de 8 años y la introdujo a su vivienda para ultrajarla sexualmente.
Además, a la joven de 13 años, la mantenía en constante acoso e insinuaciones sexuales, amenazándola en varias oportunidades si no accedía a su petición.
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